¿Por qué el voto de los mayores va a ser clave en estas elecciones?

Según las últimas estadísticas, la Comunidad de Madrid cuenta con una población mayor de 65 años superior a los 1,2 millones. Se trata de un sector de la población que, también en nuestra región, será determinante a la hora de elegir al próximo inquilino de la Moncloa. Juan Carlos Alcaide, sociólogo y consultor de marketing y experto en Silver Economy

analiza la importancia de los mayores a la hora de pasar por las urnas.

¿Por qué resulta clave el voto de las personas mayores?

En las próximas elecciones generales del 23 de julio, el voto de las personas mayores de 65 años jugará un papel crucial debido a su importancia numérica, su baja tasa de abstención y su representación en provincias clave.

¿Qué distingue a los votantes que están en esta franja de edad con respecto a los de generaciones más jóvenes?

El efecto de la convocatoria de elecciones del 23J, en mi opinión, va a generar una mayor abstención entre votantes jóvenes que entre votantes senior, que tienen un mayor apego a la democracia y mayor valor simbólico del acto de votar.

España, y la Comunidad de Madrid, son zonas cada vez más envejecidas. ¿Qué repercusión cree que puede tener este factor en los resultados de unos comicios?

Desde mi punto de vista, esto va a favorecer una relativa vuelta al bipartidismo. Los partidos políticos deberían tener en cuenta las preferencias y preocupaciones de este grupo demográfico en sus programas y propuestas electorales para asegurar su respaldo y maximizar sus posibilidades de éxito en las elecciones. Por ejemplo, en lo que respecta a los pensionistas de 65 años en adelante, poco, o no significativamente, tienen en cuenta los aspectos relativos a la subida de pensiones, según las encuestas que se vienen manejando.

¿Cuál es, en líneas generales, la postura de los mayores a la hora ante las promesas de las campañas electorales?

Los más mayores tampoco parecen balancear o considerar de forma central ni preferente las promesas, por otra parte escasas y desde luego nunca en un lugar prominente del debate electoral, relativas a sistema de cuidados, nueva economía de los cuidados, ni gestión de la cronicidad o la dependencia.