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Radiografía de Juan Lobato: la apuesta de Moncloa por el candidato tranquilo

Bregado en la arena municipal y autonómica, busca convertirse en alternativa al PP en el medio plazo

Puntos fuertes y débiles de Juan Lobato PSOE
Puntos fuertes y débiles de Juan Lobato PSOETania NietoLA RAZÓN

Juan Lobato es «nuestro candidato». Esa es la máxima de Moncloa ante los próximos comicios en la Comunidad de Madrid, donde el aparato del Gobierno, con los ministros socialistas al frente, desembarcan para «reconducir» una región esquiva a los cantos de sirena de Pedro Sánchez. Ante sí, el candidato del PSOE, como antes sus cambiantes antecesores, con Ángel Gabilondo a la cabeza, tiene por delante una trabajo ímprobo. Antes que coronarse, o intentar coronarse, presidente de la Comunidad de Madrid, y arrebatar el cetro a Isabel Díaz Ayuso, tarea hercúlea, debe acometer la labor, nada fácil, de pasar por delante de Mónica García y Más Madrid, a quien las encuestas, a día de hoy, sitúan en cabeza... de las fuerzas de la oposición. Todo se andará, apuntan desde Moncloa sobre el futuro de Lobato. Aunque deberá ser rápido.

En ese sentido, Juan Carlos Jiménez Redondo, catedrático de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Sociales de la Universidad San Pablo CEU y experto analista político, afirma a LA RAZÓN que Lobato «es un candidato tranquilo que encuentra dificultades en el marco de polarización en el que se ha movido la dinámica política madrileña. Su mayor debilidad es su fuerte dependencia respecto de Moncloa. Y más Moncloa que Ferraz, porque hoy el PSOE es un partido centrado en exclusiva en las necesidades de liderazgo de Sánchez». El pasado, según Jiménez Redondo, siempre vuelve. De ahí que afirme que «como ya le ocurriera a Gabilondo, Lobato carece de fuerza suficiente como para centrar la campaña exclusivamente en Madrid, lo que indudablemente le vendría bien. En un marco de polarización Ayuso/Sánchez, el líder socialista solo puede aspirar, como mucho, a conseguir un segundo puesto. Sin ninguna posibilidad de ganar las elecciones, su único objetivo es liderar una compleja alianza entre tres izquierdas a las que une más su común repudio de Ayuso, que verdaderos elementos de homogeneidad ideológica».

Respecto a sus debilidades, Jiménez Redondo apunta a que «le resulta imposible aparecer como un líder autónomo no identificable con Sánchez, ni con sus políticas, ni con sus alianzas. Su punto fuerte es perseverar en un discurso tranquilo, adaptado a la idiosincrasia del madrileño medio e intentar apuntalar al partido en sus territorios fuertes del Sur. Aunque para haberlo conseguido de forma más rotunda, probablemente hubiera debido cambiar algunas cabezas de lista de estos municipios sobre las que penden imputaciones. Muy destacadamente los casos de Móstoles y Alcorcón». En definitiva, Lobato, para el catedrático de la Universidad San Pablo CEU «es un buen candidato para los socialistas, pero que seguramente será devorado por la dimensión plebiscitaria que han asumido estos comicios autonómicos y por la incapacidad de Moncloa para encontrar una línea política coherente desde la que plantear una alternativa realista y creíble a Ayuso».

Por su parte, Pablo Martín Díez, director académico de la Institución Educativa de Análisis, Liderazgo, Estudios Políticos y Humanismo (ALEPH), afirma sobre el candidato a la presidencia de la Comunidad por el PSOE que «Juan Lobato cuenta con una oportunidad extraordinaria gracias al desplome de Unidas Podemos y a los problemas de Mónica García tras su tropiezo por la denuncia a Enrique Ossorio. Por ahora, parece que Lobato ha logrado aunar los apoyos del siempre complicado PSOE de la Comunidad de Madrid». Sin embargo, en opinión de Martín Díez, «su gran debilidad es su falta de conocimiento, y parece que desde el Gobierno central y desde el PSOE nacional no está contando con suficiente apoyo para la mejora de su posicionamiento, como se demostró tras el evento institucional del 2 de Mayo, que sirvió para dar más altavoz a Isabel Díaz Ayuso y para esconder a Juan Lobato en favor de los ministros Félix Bolaños y Margarita Robles. Su gran desafío es convertirse en líder de la oposición para así construir, durante los próximos cuatro años, una alternativa fuerte al PP».

Para Manuel Mostaza, responsable global de Asuntos Públicos en ATREVIA, la valoración del líder del PSOE a la presidencia de la Comunidad de Madrid apunta a que «Lobato, en positivo, trae una imagen fresca para competir con Mas Madrid. Ofrece una versión centrada del Partido Socialista, más acorde con la realidad sociológica de Madrid». Para el experto Manuel Mostaza, en su contra, juega «su bajo nivel de conocimiento entre los electores y que la marca Sánchez no vende en Madrid».

Además, afirma que «Mónica García, no parece haber terminado de consolidar el sorpasso al PSOE en Madrid, y Lobato es un adversario que juega en su terreno en cuando a juventud y discurso amable y a moderno. En su contra, las polémicas que ha habido últimamente no le benefician, como tampoco la rivalidad con Podemos».

Lobato es la gran esperanza de Moncloa en un territorio «hostil» para el PSOE. Ante sí tiene un campo político y fiscal minado. Difícil marcar distancias con los anuncios y ataques del Consejo de Ministros a la Comunidad de Madrid. Semana tras semana. O a las directrices sobre el «necesario» aumento de impuestos que se vende desde el Palacio de La Moncloa frente a la política de rebajas que ha acometido estos años el Partido Popular en la región. Cada anuncio, cada planteamiento, como el impuesto turístico, que ha vuelto de nuevo a crear polémica, alejan a Lobato de su objetivo. Un candidato amable que, paso a paso, pugnará, más que por hacerse con la presidencia de la Comunidad, por el liderazgo de la izquierda. Si Más Madrid se lo permite.