Fiestas

La razón por la que San Isidro es el patrón de Madrid

En 1619 Paulo V lo beatifica y establece la conmemoración del Santo el 15 de mayo, pero su leyenda y devoción se asienta en una facilidad clave para un entorno agrario

La razón por la que San Isidro es el patrón de Madrid
San Isidro Labrador es el patrón de MadridRRSS

Una historia que viene de antiguo. San Isidro Labrador es el patrón de Madrid y cada 15 de mayo se celebra en la capital su fiesta patronal. Su peripecia vital, su historia, sin duda no deja indiferente a nadie. Nació, según apuntan las crónicas, allá por 1080 en el seno de una familia humilde en lo que hoy es la calle de Aguas. Un nombre muy propio si tenemos en cuenta que San Isidro era pocero, o zahorí, como apuntan otras fuentes.

Isidro, empezó a ganarse la vida en labores como la agricultura o de pocero. Una facilidad esta de zahorí, para encontrar agua, que sin duda le hizo muy respetado. Se casó con Santa María de la Cabeza. Según cuenta la leyenda, llegó a obrar un total de 438 milagros. Entre ellos repartir manjares entre los más necesitados o hacer brotar agua al golpe de su vara. Esto último como vemos está muy relacionado con su condición de zahorí. En 1619 Paulo V beatifica a Isidro Labrador y establecen la conmemoración al Santo el 15 de mayo. Esa fecha se eligió porque el 15 de mayo, fue el día en el que el cuerpo de San Isidro fue trasladado a la Iglesia de San Andrés, donde acabó descansando en el altar mayor de la Colegiata de San Isidro.

Cuando cuando el ejército de almorávides tomó Toledo, el mozárabe se mudó a Torrelaguna, ahora en la Comunidad de Madrid, donde contrajo matrimonio con Toribia (posteriormente, Santa María de la Cabeza) y tuvo a su hijo Illán.

Las celebraciones de estas fiestas de mayo tienen mucha relación con uno de sus milagros por eso el agua juega un papel importante. La romería tiene lugar en la Pradera de San Isidro y en las calles aledañas, y es costumbre que los chulapos y chulapas beban el "agua del santo" que brota en un manantial anexo a la Ermita de San Isidro.

El milagro más conocido de San Isidro Labrador es que hizo elevar las aguas de un pozo donde cayó su hijo Illán. San Isidro hizo subir el agua para que el niño pudiese llegar al brocal y así poder rescatarle. Este pozo se encuentra en la actualidad en el Museo de los Orígenes. Se dice que el agua de su manantial, situado a 450 metros de la actual Ermita del Santo (Ermita de San Isidro), tiene poderes curativos desde el siglo XII. De hecho, fue la emperatriz Isabel de Portugal quien, en 1528, ordenó la construcción de la ermita después de que su agua curara, al parecer, las fiebres de Carlos V y de su hijo Felipe II.