Vinos de barra
Recuperando un gusto clásico
Nada le sobra, y todo tiene sentido
Empezamos el mes más radiante del año y con un telón en blanco y rojo y para los avatares. Un vino tinto. De esos que nos dejan un regusto de amor en nuestra pequeña alma gastada. La Ribera del Duero como un expediente seguro y una casa que lleva su ritmo, en una línea paralela a los grandes fastos y apuestas de ringorrango.
Figuero viñas viejas, o simplemente uno de esos ejemplares que nada tiene que sorprender, porque ya lo encierra todo en su añada 2020, su trazabilidad y buenas hechura, y resultado preciso. Luego la fruta, muchas notas balsámicas, la crianza justa y algo que no defrauda porque es contundente y amable aparte iguales.
A rompecopas, como se dice en territorios sureños, este vino tinto es muy limpio, con notas destellantes en lo visual, con sagas aromáticas puras y con larga trayectoria de boca, y un memoria también de mucha solvencia. Nada le sobra, y todo tiene sentido. Además como uno le parece todo barato cuando de vino se trata, y responde a ese cuidado vitícola y al trabajo en bodega de tantas generaciones, como es el caso, ahí queda eso. O nada menús que un vino de mucho buen beber, y de olvidarse de las retóricas. Lo que vienen siendo todos los sentimientos profundos y sin relato alguno.
Bodega: Figuero
Vino: Viñas viejas 2020
D.O.: Ribera del Duero
Precio: 31 euro
www.tintofiguero.com
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