San Sebastián de los Reyes y su historia ante su primeros «encierros blancos»

Por primera vez en los casi 500 años de tradición (1525), los toros recorrerán las calles de San Sebastián de los Reyes en pleno invierno. Este fin de semana, con los guantes y los gorros al alcance en todos los armarios, se celebran los «Encierros blancos» de este municipio madrileño, que a finales de cada verano vive los encierros más importantes de España, después de los de Pamplona. Como recuerda Miguel Ángel Castander, pastor del encierro desde hace 37 años y gran impulsor de los recortes y el festejo popular, «a principios de los 90, Pamplona ya hizo un intento de consagrar una segunda fecha de encierros (San Fermín chiquito) en septiembre», con el fin de reforzar el turismo navarro en temporada baja. Ahora, lo intenta San Sebastián de los Reyes, con el apoyo de Antena 3, que retransmitirá los dos encierros de este sábado y domingo, como hace cada verano. Castander llega a asegurar que «los hoteles de la localidad esperan tanta ocupación como en verano. En agosto competimos con muchas otras ferias y encierros como Cuéllar, pero ahora podemos ser el epicentro de la afición taurina», aunque no se lidiará ningún festejo mayor. Tras los encierros se celebrará la tradicional capea en el coso local.

Las reses, que pertenecen a los hierros de Hermanos García Jiménez y de Ángel Sánchez y Sánchez respectivamente, rendirán tributo a San Sebastián Mártir en un recorrido que «siempre promete más relevos y es menos predecible que el de Sanfermines», afirma Daniel de la Morena, experimentado corredor de ambos encierros, como también de los de Íscar (Valladolid) o La Vall d’Uixó (Castellón). Dani lleva corriendo cada año por este entablado madrileño desde 2015. Desde entonces, corre anualmente unos 40 encierros, en los que invierte todas sus vacaciones junto a su pareja, a la que también conoció entre este vallado.

Tanto Castander como De la Morena, saben lo que es correr el encierro junto a alguien que te importa. El primero ya puede compartir sus primeros encierros con su hijo de 18 años, mientras que Daniel lo hace con su pareja, una de las pocas corredoras de Sanfermines. «Intento tenerla localizada justo antes de empezar a correr, para que sea la primera persona con la que reencontrarme cuando acabe el encierro, pero una vez que se acercan los toros solo puedes concentrarte en ti mismo», reconoce De la Morena. Para Castander, «es una maravillosa contradicción. Me alegra que mi hijo haga lo que le hace feliz, aunque eso suponga jugarse la vida».

Por primer vez en este festejo popular, la adversidad climatológica puede ser protagonista, aunque como ya ha dicho el pastor del encierro, «correremos con lluvia, nieve o DANA». Daniel, en cambio, entiende la amenaza climatológica como «una criba para que solo corra gente experimentada o con afición de verdad». Para quien no lo sepa, la labor del pastor durante el encierro consiste en mantener la manada lo más agrupada posible y evitar que quede algún ejemplar suelto, uno de los mayores peligros en los dos minutos de persecución. «También hacemos una labor de prevenir percances, asegurando que no haya corredores bajo los efectos del alcohol o que puedan poner en mayor peligro a los demás. En definitiva, velamos por el bien del corredor», asegura Castander. Precisamente por este motivo, las autoridades tomaban la decisión hace años de posponer el encierro a las 11:00 horas de la mañana, medida que celebran tanto pastor como corredor. Como consejo para primerizos, invitan a calentar más intensamente por la inusual fecha de esta suelta de astados.

Miguel Ángel, como empresario de festejos populares, valora esta iniciativa como una buena forma de aliviar «la cuesta de enero del sector taurino». Además recoge una declaración reciente de la alcaldesa: «Una ciudad que mira al futuro no puede olvidar su pasado y sus tradiciones», refiriéndose al encierro como santo y seña de este municipio.