Historia
Los secretos del palacio Laredo de Alcalá de Henares
Un espectacular inmueble que contiene una colección de arte y antigüedades de diferentes periodos
Una fantasía en pleno centro de Alcalá de Henares. Más allá de su fachada, que atrapa por el derroche de formas y colores, merece la pena adentrarse en un interior que supera el recargado exterior.
Las diferentes salas están decoradas de acuerdo a los gustos «neo» mudéjar, gótico, hispano-musulmán, neoclásico. Y mucho más. Destaca entre todas la sala del alfarje. Hablamos, en este caso, de un techo con maderas labradas y entrelazadas artísticamente. Es este un espectacular artesonado, que acompaña la pequeña sala árabe, de rica decoración, con yesos y azulejos, que a más de uno le evocará a la Alhambra de Granada.
Pero este palacete de Laredo es más. Mucho más en una ciudad como Alcalá de Henares renacentista y barroca. Su estilo ecléctico neomudéjar, incorpora también elementos góticos, renacentistas, pompeyanos o modernistas. Todo un lujo y una sofisticación.
Una exhaustiva utilización de las posibilidades decorativas del ladrillo. En torno al edificio se conserva también uno de los pocos jardines románticos que perduran en la ciudad. Un ejemplo decimonónico de aquel Alcalá de Henares.
En la actualidad el edificio pertenece al Ayuntamiento de la ciudad complutense, aunque lo gestiona la Universidad de Alcalá. Es la sede del Museo Cisneriano y del Centro Cisneriano de Investigación. Alberga entre sus paredes una colección de antiguos documentos de la Universidad de Alcalá, entre los que destacan una edición original de la Biblia Políglota Complutense, y la Biblia Políglota de Amberes.
Los que por allí se acerquen tampoco se deberán perder en su interior las 15 piezas arqueológicas originales trasladadas por su propietario desde edificios de los siglos XV y XVI. Especial reseña merece la bóveda y columnas del Castillo de Santorcaz; artesonados del palacio de los Marqueses de Tendilla (Guadalajara); columnas del claustro del Convento de Jesús del Monte en Loranca de Tajuña o los azulejos procedentes del palacio de Pedro I el Cruel de Jaén y Toledo. Asimismo hay salas inspiradas en la Alhambra, y frescos con motivos pompeyanos y platerescos. El Salón de los Reyes está decorado con pinturas de distintos monarcas, y en el techo muestra una representación del firmamento como se concebía en la Edad Media. Un espacio que hoy en día sirve de salón de actos y sala de conferencias.
La mezcla de varios estilos arquitectónicos le dan una singularidad al monumento. Su autor se inspiró, no obstante, en lo que se conoció como el movimiento «Arts and Crafts», impulsado por William Morris en Inglaterra. Las decoraciones con pinturas de cada estancia y con diseños ambientales diferentes para cada una, hacen de este edificio un ejemplar de la tendencia modernista de la época, y desde luego de excepcional interés arquitectónico en la Comunidad de Madrid.
Mención especial merece el Salón de los Reyes, decorado con pinturas de distintos monarcas, y en el techo presenta una representación del firmamento como se concebía en la Edad Media; en la actualidad sirve de salón de actos y sala de conferencias.
La mezcla de varios estilos artísticos le dan una gran espectacularidad al monumento. Lamentablemente, se ha perdido aquella perspectiva de las postales antiguas del paseo de la Estación, en la antigua Alcalá de Henares. Por aquel entonces, el palacete aparecía rodeado de huertas, jardines y otros hotelitos decimonónicos. Hoy nos queda disfrutar de las decoraciones con pinturas de cada estancia y con diseños ambientales diferentes para cada una. Todo para hacer de este edificio un claro ejemplo de la tendencia modernista de la época, y desde luego de excepcional interés arquitectónico en la Comunidad de Madrid.
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Pasividad ante la tragedia