El taxi defiende su «mayoría» en las calles de Madrid ante los nuevos 8.500 VTC

El sector del taxi ponía esta mañana la «primera piedra» de su protesta contra las 8.500 nuevas autorizaciones de VTC en la Comunidad de Madrid. Decenas de taxis se concentraron hoy en Castellana para recorrer el tramo que separa el Ministerio de Transportes hasta la Consejería del mismo área. Julio Sanz García, presidente de la Federación Profesional del taxi en Madrid y de la Asociación Nacional de Taxi de España aseguraba que «queremos hacer visible la situación de cabreo generalizado que tiene el taxi de Madrid, y lo hacemos acompañados por muchos compañeros que vienen de otras provincias, porque el problema está ya generalizado». Otorgando las nuevas 8.500 autorizaciones de VTC, sumadas a las 9.000 que actualmente están trabajando, estaríamos hablando que Madrid ya tendría más VTC que taxis, que apenas acumula 16.000 licencias. Esto ya sucedería en algunas capitales de provincia, como Toledo o Guadalajara. «Esto a medio plazo lo que supone es la eliminación de un servicio público. Pero es que además, detrás de todo esto hay un auténtico pelotazo, porque antes de estar adjudicadas estas autorizaciones ya se están vendiendo. Tres o cuatro empresas están haciendo mucho dinero con ello. Se trata del secuestro de las ciudades en base a secuestrar la movilidad y provocar mucha inseguridad, porque esto es una modalidad de transporte que está causando muchos siniestros. No es más que un intento desesperado por eliminar el taxi a nivel nacional», añadía.

Para ellos, desde el Ministerio de Transportes deben proveer de cambios normativos para cerrar «esta sangría que está padeciendo el taxi». Además, esta mañana primera hora registraban en la Fiscalía Territorial de Madrid una demanda, «por lo que nosotros entendemos que son presuntos delitos en materia de falsedad documental a la hora de presentar la solicitud de hasta 25.000 vehículos, que era lo que en principio estaba pedido».

Emilio Mosquera Rodríguez, presidente la Unión de taxistas gallegos, mostró su solidaridad con sus compañeros madrileños: «Venimos a apoyarles, porque su situación es la de todos. Hay peticiones de VTC en toda España. En algunos sitios ni siquiera sabemos bien cuántas hay pedidas. Además, estas 8.500, como pueden hacer uso de esa moratoria, un 20% de su trabajo lo podrían hacer fuera de la Comunidad de Madrid, es decir, que podrían ir a otras comunidades autónomas. Vamos a pelear hasta el final por las 100.000 familias y el motor económico que es el taxi en España. Hoy es solo la primera piedra hacia una defensa potente del sector, para que las administraciones vean que, a nivel nacional, estamos en una situación preocupante. Esta primera actuación tendrá réplicas de carácter autonómico y aseguran llegar hasta el final: «Los que tenemos puerto, estamos dispuesto a colapsarlo si es necesario, así como bloquear estaciones de tren. Más que nada es decir ‘‘El taxi está aquí’’. Hay una sentencia del Supremo que dice que somos un bien público de interés general, es decir, que somos a proteger».

«¿Cuándo vamos a parar de dar VTC?», se pregunta indignado Emilio. «Yo creo que el Ministerio de Transportes tiene la capacidad para hacer cosas y decir ‘‘oye, hasta aquí se llegó’’ y obligar a las comunidades con un Real Decreto ley. Porque no es solo que ocupen nuestro espacio, es que van a ocupar el espacio de las calles. 18.000 VTC en Madrid sería un disparate que amenazaría la movilidad».

Desde ayer también llegaban compañeros desde Barcelona. Allí comparten que «lo que está pasando aquí va a acabar pasando en toda España. En Barcelona la situación ya es parecida. Ahora mismo estamos pendientes de que salgan un par de sentencias también y que haya 2.000 VTC más en la calle. A día de hoy hay 4.000 ya circulando, pero es solo la punta del iceberg, porque no tenemos claro cuántas sentencias hay en espera», añade Antoni Servos, Presidente del sindicato del taxi de Cataluña.

Ante esta situación, el sector se muestra unido: «Han venido también compañeros de Galicia, Zaragoza o Asturias. El mismo problema que tienen ahora aquí lo vamos a acabar teniendo en el resto de regiones, porque la misma empresa ha hecho la misma demanda en diferentes comunidades». Además, Servos asegura que esta nueva flota «evidentemente no responde a un aumento equilibrado de la demanda».