Patrimonio

El templo más antiguo de Madrid, a punto de desaparecer

La ermita de Nuestra Señora de la Cabeza ha entrado en la Lista Roja de Hispania Nostra

El templo más antiguo de Madrid, a punto de desaparecer
El templo más antiguo de Madrid, a punto de desaparecerLa Razón

Vista a lo lejos, elevándose entre los árboles, la ermita de Nuestra Señora de la Cabeza (Torrelaguna) trae ecos de otra época. Y no es para menos. Se trata del santuario mariano más antiguo de la Comunidad de Madrid, ya que su origen se sitúa en la época preislámica. Desde entonces, ha pasado por diferentes manos, desde los templarios en la Edad Media, hasta la Orden del Císter y los franciscanos, llegando, incluso, a ser declarado Santuario Nacional de Peregrinación Campesina en 1950 por la III Asamblea Nacional de Hermandades dada la vinculación del templo con Santa María de la Cabeza. Sin embargo, este auténtico tesoro de la historia de Madrid, que en 1976 dejó de pertenecer a la Iglesia pasando a manos de un particular, al ser observado más de cerca, muestra la realidad –menos amable– de que hasta nuestros días solo hayan llegado sus ruinas y la casa del ermitaño del antiguo barrio visigodo de Caraquiz, a las afueras de la Villa.

Tal es el preocupante estado de conservación de la ermita que la asociación Hispania Nostra la ha incluido en su Lista Roja, en la cual se recogen más de 1.100 monumentos españoles en peligro de desaparición o destrucción. Víctor Antona, portavoz de la Lista Roja, explica a LA RAZÓN que la idea de Hispania Nostra a la hora de hacer esta recopilación de bienes en peligro es, sobre todo, «involucrar a la gente en la conservación del patrimonio». Para ello, «nos avisan, analizamos la situación y, al comprobar el estado del edificio, lo incluimos en la lista, sobre todo con la idea de que la gente entienda que si nos unimos todos para hacer una cosa, como es proteger un elemento del patrimonio, somos capaces de hacerlo».

Asimismo, Antona señala que a la hora de incluir bienes en la Lista Roja, como es el caso de esta ermita, no se hace distinción entre si el bien es propiedad pública o privada, porque, en este segundo caso, «la administración sí que puede advertir al titular del estado de riesgo en el que se encuentra dicho bien para que se haga algo para protegerlo». De hecho, apunta que ha habido ocasiones en las que, al incluir el elemento en la Lista Roja, el titular se ha puesto en contacto con la asociación para barajar las distintas opciones. Sin embargo, en el caso de este templo, no ha habido respuesta y no ha trascendido la información sobre quién tiene, a día de hoy, la titularidad de la ermita. «Sé que el Arzobispado de Alcalá de Henares ha tenido tentativas de recuperarla, pero no se ha logrado hasta el momento», indica Alicia Torija, doctora en Historia y Arqueología y diputada en la Asamblea de Madrid por MásMadrid. Conoce perfectamente este caso, ya que fue durante muchos años vicepresidenta de la asociación Madrid, Ciudadanía y Patrimonio, la cual en 2020 presentó un estudio en el que se avisaba también del estado de conservación de la ermita.

«Torrelaguna está considerada una de las villas de Madrid desde 1973, es decir, que ya de por sí es muy importante», señala Torija, «y llama la atención que estos elementos que son las ermitas, que están fuera de los cascos, lo cual no es una anomalía sino que responde a su propia naturaleza, no estén contempladas». Por otro lado, Torija señala que en lo que tiene que ver con la protección y la inversión que se hace para proteger estos elementos del patrimonio, es fundamental el papel de la propiedad. «Esto se presupone un problema, pero es porque no se ha entendido bien la realidad», dice, «y es que la Constitución Española, en su artículo 46, dice muy claramente que el patrimonio histórico español lo es independientemente de la propiedad a la que pertenezca. Sin embargo, es habitual que las administraciones, cuando los bienes son privados, tengan más reservas a la hora de invertir en ellos o darles una protección jurídica».

«Esta ermita de Torrelaguna está vinculada a Santa María de la Cabeza, uno de los emblemas de Madrid, y en realidad no tiene la protección jurídica que necesitaría, y es que fuera bien de interés patrimonial», continúa Torija. «Me parece que esto sería urgentísimo lograrlo como primera medida», asevera. Asimismo, relata que ya en 1991 la Comunidad de Madrid intervino en el templo a través de la figura del arqueólogo y conservador Miguel Ángel López, quien ya, además de constatar que tiene restos del siglo XII y XIII, subrayó la necesidad de acometer trabajos de recuperación en el templo. «Hay que evitar que el deterioro continúe», insiste Torija, «porque ya estaba en mal estado en 1991, y ahora, después del paso del tiempo y de Filomena, sobre todo, mucho más».