La ventana que da comienzo al Paisaje de la Luz

Este martes, se cumplen dos años de la inclusión del Paisaje de la Luz en la lista de Patrimonio Mundial. Un reconocimiento al valor excepcional del Paseo del Prado y el Parque del Buen Retiro. Un paisaje cultural urbano modelado por el hombre a lo largo de la historia para aunar cultura y naturaleza, y que ahora es Patrimonio de la Humanidad. España es el tercer país con mayor patrimonio de la UNESCO, después de China e Italia. Mientras que la Comunidad de Madrid cuenta con cuatro enclaves que comparte con el Paisaje de la Luz el cargo de Patrimonio Mundial: Alcalá de Henares, Aranjuez, San Lorenzo de El Escorial y el Hayedo de Montejo.

La mancha verde que, en el corazón de Madrid, supone el conjunto formado por el Parque de El Retiro, el Real Jardín Botánico y el propio Paseo del Prado, son el principal valor de este Paisaje de la Luz. Una excepcional concentración de museos, centros culturales y espacios relacionados con la Ciencia y el Arte. Con paradas emblemáticas como la estación de Atocha, construida en 1850 y declarada Bien de Interés Turístico en 1996, el Museo Nacional del Reina Sofía que un día fue el Antiguo Hospital General de San Carlos, CaixaForum, el Jardín Botánico, el Museo del Prado que en sus inicios iba a ser gabinete de ciencias naturales, el Museo Thyssen-Bornesmiza, el Museo de Artes Decorativas, el CentroCentro, el Palacio de Liria, el Banco de España o el Congreso de los Diputados, entre otras. Todas ellas lo convierten en un potente foco de luz y conocimiento.

Pero lo que muchos no saben es que una de las claves por las que este fue nombrado Patrimonio Histórico fue, sin duda, por una funcionalidad que se remonta cuatrocientos años atrás. Algo impensable, cuando Felipe II nombró a Madrid capital en 1561. Por aquel entonces, este paseo era comprendido como una frontera natural, conocida como Arroyo de la Castellana, y que nacía de la zona norte y desembocaba en el actual río Manzanares. Su única función entonces, era la de dividir zonas de huerta y lo considerado como el antiguo Madrid de las nuevas construcciones. Todo lo que contrario a lo que es hoy en día, cuyo carácter de primer paseo arbolado del mundo le confiere el rango de referente urbano excepcional y modelo universal.

En todo el Paisaje podemos encontrar 257 árboles singulares, siete de ellos en el Paseo del Prado. El cedro del Himalaya, el magnolio, el ginko biloba -árbol de origen japonés y símbolo de la resurrección- , madroño, almez, caqui y ahuehuete. Este último, era hasta hace solo unos meses, el más antiguo del Parque de El Retiro hasta que ha sido desbancado por un olivo de 627 años. Sin embargo, también es reconocido por ser el único que no devastaron los franceses durante sus bombardeos y que Fernando VII quiso mantener durante esa necesaria repoblación del Parque, que ha perdurado hasta nuestros días. Lo único que faltaría para poder disfrutar -aunque sea en esencia- de cómo debería ser ese idílico Paisaje de la Luz de entonces, como lo hacían los antiguos Austrias o borbones, sería la desaparición del tráfico rodado. Algo que desde el Ayuntamiento esperan poder hacer a largo plazo.

Desde su nombramiento como Patrimonio de la Humanidad, la Comunidad de Madrid trabaja para desempolvar la historia y difundir las razones de por qué es ahora todo como lo vemos. No solo para atraer al turismo, algo que se está logrando con creces, sino también para que los madrileños conozcan la historia de su ciudad y la comprendan mejor. Esto ha sido posible en gran medida gracias a que hace seis meses se inauguró un centro de interpretación abierto al público. Un espacio de 296 metros cuadrados ubicado en el Palacio de Cibeles que ofrece diferentes recursos museográficos para descubrir y planificar la visita al Paisaje de la Luz.

A través de paneles y vídeos muestra la historia, el arte, la naturaleza y la ciencia que integran el bien cultural, unidos al carácter de referente urbano y modelo universal que definen al Paseo del Prado y el Buen Retiro y que dotan al Paisaje de la Luz de un valor universal excepcional. Algo a destacar es la maqueta que reproduce la totalidad del espacio declarado y sobre la que se proyecta un videomapping.

Este recorre la evolución del bien a lo largo de los siglos para mostrar cómo confluyen naturaleza, ciencia, cultura y espacio cívico en un lugar que es vehículo de encuentro y conexión con la historia y el medioambiente, y también de libre expresión de múltiples manifestaciones de carácter social, político, deportivo o reivindicativo. Cada seis meses una de las entidades ubicadas en el Paisaje de la Luz cede a este espacio, como institución invitada, algunas de sus piezas para así poder conocer mejor el gran valor que atesoran todas las instituciones incluidas en la declaración de Patrimonio Mundial.

En sus seis primeros meses de funcionamiento, el Centro de Interpretación ha recibido cerca de 40.000 visitantes. La oferta de plazas de las visitas guiadas al centro de interpretación ha sido de 1.400 y la de talleres para familias cuenta con 3.360 plazas desde abril a diciembre de este año. Mientras que la oferta visitas guiadas al Paseo del Prado y Buen Retiro ha sido de 4.225 plazas. Todas ellas se han visto cubiertas en un 80% y solo reflejan el interés turístico que ha despertado en los visitantes y madrileños

Este centro no sólo es un punto de partida para el visitante, sino que ofrece diferentes actividades como visitas guiadas y talleres para familias, que contribuyen a la puesta en valor del bien cultural y se integran en la oferta de visitas al Paisaje de la Luz que ya se desarrollaba a través del programa Pasea Madrid. Además, a partir del mes de octubre, con el inicio del curso académico 2023-2024, la visita a este espacio será una de las actividades educativas ofertadas a los alumnos de Secundaria, a través del programa de actividades escolares «Un libro abierto» del Ayuntamiento de Madrid.

La reforma de este eje Prado-Recoletos es sin duda una de las medidas estrellas para el nuevo mandato del alcalde, José Luis Martínez-Almeida. Hace solo un par de meses anunció la necesidad de hacer un estudio para una «eventual reforma» de este espacio. El eje del Prado-Recoletos ha gozado de tantas proyecciones sobre plano como alcaldes y presidentes autonómicos populares ha tenido la capital.

Todo un reto puesto que se trata de una zona compleja por razones de movilidad y cuya solución no puede ser acotar el tráfico. Propuesta que ya hizo la candidata socialista, Reyes Maroto, y que los populares tacharon de «inviable». En principio, el alcalde descarta peatonalizar todo el entorno aunque sí estudia dotar de más espacio para el paseo a algún tramo del eje. Alejado de obras faraónicas, Martínez-Almeida siempre ha apostado por obras ajustadas a su presupuesto y que que logren restaurar la ciudad. Por ello, considera indispensable la mejora de este espacio que será una «pieza central» del Madrid del mañana con Madrid Nuevo Norte en una punta y Madrid Nuevo Sur en la otra.

Visita guiada gratuita gracias a Pasea Madrid

Las visitas guiadas al Centro de Interpretación del Paseo de la Luz están incluidas dentro de Pasea Madrid. Un programa de recorridos gratuitos por la capital que pretende difundir y acercar el diverso patrimonio histórico de la ciudad. El objetivo final de este programa es la formación de los ciudadanos en la importancia de la conservación y preservación de nuestros magníficos bienes culturales. La entrada al centro es gratuita y cuenta con diferentes visitas guiadas, para familias, jóvenes y mayores, que han visto ampliado su plazo hasta el próximo martes, 26 de julio. Las plazas se reservan en su web.