Vicente Amigo: "Los autores ya no trincamos lo mismo, hay que apretarse los machos"

“Prácticamente ya con tres años sentía el flamenco”, pronuncia Vicente Amigo –nacido en la localidad sevillana de Guadalcanal en 1967 aunque criado en Córdoba, donde es Hijo Adoptivo–. El guitarrista confiesa que el flamenco es una manera de vivir, una razón para mantenerse agarrado a la existencia y estar en constante aprendizaje. Su amplia trayectoria le ha llevado a poder celebrar el próximo 5 de mayo un concierto en el Teatro Real.

Paco de Lucía fue el maestro que le inspiró a acercarse a la guitarra, define ese momento como “escuchar un pelotazo donde salieron todos sus sentimientos”; igual que lo fue escuchar a su vecino tocar las cuerdas cuando era muy pequeño: “Ese sonido me dejó totalmente cautivado y ya pedí una guitarra para los Reyes Magos”. Su carrera comenzó con trabajos discográficos como “De mi corazón al aire” (1991), “Vivencias imaginadas” (1995), o “Poeta” (1997), este último con textos de Rafael Alberti. Alcanzó un momento de máxima intensidad en el año 2000 con “Ciudad de las ideas”. Cuenta con premios Grammy, Medalla de Oro de las Bellas Artes, el premio del Festival de las Minas, el Ondas, varios Premios de la Música de la SGAE, y ha viajado para dar a conocer el flamenco por ciudades de todo el mundo.

Su éxito llegó en una generación donde no había plataformas de música ni directos de conciertos en redes sociales. Ahora, pese a que parezca más sencillo por estos avances, la creciente oferta y la capacidad de mantenerse sin caer en el olvido es también otro reto que superar: “Creo que ahora es más fácil de que llegue la música a cualquier sitio porque hay más visibilidad, pero lo que pasa es que hay mucha gente”, opina el artista. Todo ello, reconociendo que “aunque haya mucha fusión e infusión”, el flamenco es otra fusión más con la que está de acuerdo: “Siempre que me preguntan respondo que todos somos una fusión de nuestro padre y nuestra madre, estar en contra de eso no tiene sentido. Lo que no me gusta es que se le llame flamenco a lo que no es. Yo tengo claro que la composición de siempre no va a desaparecer”. Vicente se toma muy en serio este género, pues está convencido de que el flamenco es algo que hay que profundizar, asimilar y estudiar; y mientras haya amantes del mismo, perdurará.

Es cierto que forma parte de nuestra idiosincrasia, pero la pasión por este arte no solamente está en España. Vicente Amigo ha hecho bailar a ciudadanos de Pekín y de Rusia, y con sus diferentes espectáculos ha recorrido los principales teatros internaciones como el Carnegie Hall de Nueva York. “Allí se vive igual que aquí, lo entienden y conectan, la música es universal”, añade. Los conciertos siempre serán la salvación de quienes han sufrido la crisis de la venta de CD’s: “Las plataformas como Spotify están muy bien porque permiten escuchar música cuando quieras de la misma forma que un disco y sin ocupar espacio. Ahora si no estás tocando en el escenario lo tienes complicado, salvo que pegues un pelotazo con una canción en verano. Y el problema de esto es que los autores no trincamos lo mismo, hay que apretarse los machos”, señala.

Sin embargo, el camino no ha sido todo lleno de rosas. Un bache que el guitarrista recuerda como un momento oscuro en su creatividad y crecimiento profesional fue la pandemia. A diferencia de otros artistas, que hicieron de este tiempo una especie de retiro donde reciclarse y renovar sus composiciones, a Vicente le resultó una etapa complicada: “La gente quiere recuperar un tiempo que no se va a recuperar. Ese tiempo ya ha pasado. Cuando llegó la pandemia yo no tenía ganas de nada y me di cuenta que lo necesario es lo necesario: comer y la salud”.

El concierto en el Real

El 5 de mayo a las 21:00 horas el artista hará un recorrido por algunas de sus grabaciones antiguas y revelará adelantos de los temas de su nuevo disco, que se estrenará ese mismo mes. “Esto es algo muy comprometido para mí, el Teatro Real es un sitio muy importante. Está bien asumir el reto”, apela. El nuevo disco supone un nuevo peldaño que espera estar subiendo, pues Vicente Amigo indica que nunca quiere dejar de aprender; solo cuando eso ocurra dejará de componer. “Lo primero que siento es que sé muy poco y todo el campo está abierto para descubrir cualquier detalle. Lo relevante es sentir que estás creciendo, ser consciente que estás aportando algo que no sabías. Hay que buscar y no es fácil. Nunca es suficiente, siempre hay más. Yo quiero estar aquí hasta que diga todo lo que tenga que decir”, concluye.