Opinión

La Vuelta en tu casa

Los madrileños tendrán la suerte el domingo de ver la crono que decidirá el vencedor de la prueba ciclista

LUANCO, 03/09/2024.-El pelotón ciclista durante la decimosexta etapa de la Vuelta ciclista a España disputada este martes entre Luanco y Lagos de Covadonga, con 181 kilómetros de recorrido. EFE/Javier Lizón
Decimosexta etapa, ayer: Luanco - Lagos de CovadongaJavier LizonAgencia EFE

Los madrileños tendrán la suerte el domingo de ver la crono que decidirá el vencedor de la Vuelta 2024, después de que los ciclistas hayan corrido tres semanas por esos caminos de Dios y también del diablo. No puede ser otro que Lucifer el que creara tramos como el del Cuitu Negro, una pared, un infierno que mi paisano Pablo Castrillo logró derrotar gracias a la fe en que podía vencer.

Este caminante se ha enrolado un año más en la caravana de la Vuelta y junto a unas 2.500 personas ha viajado por Portugal y España, dos países que en tiempos fueron uno y que nunca se tenían que haber divorciado.

Durante tres semanas este ejército de hombres pacíficos vivimos en una burbuja en la que cada uno tiene su misión, que no es otra que buscar que la carrera, que es un espectáculo grandioso, se celebre con la máxima seguridad.

Madrid ha tenido importantes pruebas ciclistas, hoy perdidas. Román Herranz, un grande de Guadarrama, organizaba, con el inolvidable Chico Pérez y el apoyo de Cepsa, la Clásica de los Puertos, que se corría por la Sierra del Guadarrama y que cuenta con un palmarés extraordinario. La Hucha de Oro fue el intento de hacer una clásica, que terminó cuando Caja Madrid dejó de apoyarla económicamente. La Vuelta a Madrid aún no tiene el caché de otras pruebas similares.

Otra faceta de la bici es su uso en las calles. Es el futuro, aunque quizá con más dificultad en ciudades como Madrid con muchas cuestas y pocas piernas. La bici es algo fantástico para pasear por el campo y una maravilla que nos permite conocer nuestras fuerzas y nuestra capacidad para aprender a sufrir los Cuitus Negrus de la vida.