Gastronomía

De yogurt, de pistacho o de algas, ¿cuál es su helado preferido?

Los de MOYO están hechos a partir de la receta búlgara de yogurt

De yogurt, de pistacho o de algas, ¿cuál es su helado preferido?
De yogurt, de pistacho o de algas, ¿cuál es su helado preferido?MOYO

Estos días el tiempo nos ha dado una tregua, pero quedan horas para que comience oficialmente el verano y nosotros somos unos enamorados del buen helado. Sí, de ese elaborado con ingredientes naturales y de calidad, cuyos artífices huyen de los aditivos y colorantes. Así que, estas líneas hoy las dedicamos a nuestras elaboraciones bajo cero preferidas. Ojo, en Madrid habitan numerosísimas heladerías que merecen la pena, pero lo dicho, desvelamos esas que hemos visitado estos últimos días. Alla vamos. ¿Conocen los helados MOYO? Les cuento. Son los primeros helados en llegar a nuestro país elaborados a partir de la auténtica receta búlgara. Tal es su demanda, que al local de la Plaza de Chueca se suma ya el del número 123 de Alcalá, porque la marca de yogurt helado, fundada en México en 2008, tiene el propósito de consolidar su presencia en España, ya presente en cuatro países con más de cien establecimientos.

Bajo la filosofía #LoMásNatural, sugiere numerosas propuestas, aunque nuestra opción es siempre el de frambuesa, seguida del helado de yogurt natural, aunque merece la pena probar el de mango-maracuyá. Y, volveremos en breve a probar el de açaí con coco y el «li chee», sabores a los que es posible incluir frutas, gallegas y coulis como «toppings». Sepan ustedes que merece la pena esperar la cola que se forma ante la vitrina de la heladería Myka, cuyos fundadores son Natalia y Javier. ¿El secreto de su éxito? El auténtico y artesanal yogurt griego, hecho con muy buena leche y kéfir, es la materia prima protagonista de una elaboración bajo cero preparada de forma artesanal. Es decir, sin aditivos y con ingredientes frescos y naturales de máxima calidad, obvio. De ahí que en boca resulte una delicia ligera y refrescante, de textura suave y acabado cremoso, que también se puede completar con alguno de los 20 «toppings», que entre todos dan lugar a más de ocho mil posibles combinaciones de sabores.

Obras efímeras bajo cero

Zúccaru (zuccaru.es) brilla con un Solete Repsol. Si no han probado sus obras efímeras, como el brioche gelato (brioche relleno de helado), corran. Se trata de una heladería siciliana en la que sus autores no usan colorantes, ni aromas, ni grasas saturadas hidrogenadas. Por eso, el sabor y color único de cada variedad lo logran gracias a las materias primas de temporada, además de a la leche de granja bio cuando la necesita, porque encontrarán sabores sin gluten, sin lactosa, y con un 65 por ciento de pulpa de fruta, y también para veganos. ¿Nuestros preferidos? El de avellana del Piamonte, de pistacho de Bronte y el sorbete de la casa, con limón, albahaca, manzana verde y apio. En Alcobendas encontramos Solonaturale (Av. Olímpica, 26) otro templo en el que la tradición italiana colocada sobre el cucurucho lleva cada helado a la excelencia. De ahí que cada uno se consuma dentro de las 24 o, a lo sumo 48 horas después de su producción. Nos rendimos ante el de limón. Asimismo, en el 31 de Lavapiés se encuentra Sani Sapori, con un Solete Repsol, donde destacan el de cacao y los de frutos secos hechos con leche vegetales (mijo, soja, arroz, avellana, almendra, espelta…).

Y, entre la variedad de sabores, probamos esos que marcan la diferencia, entre ellos, el de algas y el de hortalizas. Por otra parte, a Mamá Elba (mamaelba.com), con el mismo reconocimiento de tan prestigiosa guía, hay que ir a comprobar que el de fresa está hecho con fresas de verdad y que el chocolate es una delicia -ojo, los hacen veganos, sin gluten, sin lactosa y sin azúcar-, pero también hay granizados y una horchata fresca y rica, difícil de encontrar en Madrid, preparada con agua de Madrid, chufas de Alboraya y poco azúcar. La especialidad de Napoli, en el barrio de Pacífico, son los helados de queso. El de frambuesa, que ofrece Ricardo Vélez en Maisón Glacée (C/ Alcalá 77 y calle Ibiza, 42), lo tenemos imborrable en la mente. Recuerden en el local de Los Alpes de toda la vida, es decir, en el de Chamberí, como en el de Torrelodones, pida el de dulce de leche, probablemente el mejor de la capital sin desmerecer el de limón, por supuesto.

En Mistura (misturaicecream.com) la calidad de los ingredientes es clave. Tanto es así, que Carmelo Rodríguez se preocupó, por poner un ejemplo, en buscar el mejor pistacho nacional para una de las elaboraciones y lo encontró en Cáceres. Para bordarlos, llevan a cabo un proceso de elaboración discontinuo, es decir, pasa por distintas máquinas. Recomienda el sorbete de mango, procedente de Brasil con un 60 por ciento de fruta, que sabe a ésta de verdad. Lo mismo que el de plátano con chocolate. La frescura de los ingredientes se percibe en el sabor y en la intensidad. Por último, Sofía y Carlo Luppi son los responsables de que seamis asiduos a Bibì e Bibò (bibiebibo.es). ¿Cuales nos gustan? El de «chocolate del bueno» (con una cobertura de chocolate de Sao Thomé de Callebaut), el de mango (a base de mango «Alphonso», de La India, cuyo sabor se potencia con zumo de lima) y el de pistacho (con pistacho Feudo di San Biagio, original de Sicilia). Quienes opten por sabores clásicos italianos, suyo es el de «zabaione», una combinación de crema con un toque de marsala, vino licoroso típico de Sicilia.