Cultura
La zarzuela resurge con «La Verbena de la Paloma» más divertida
El teatro EDP Gran Vía acoge la representación más emblemática y taquillera del género chico coincidiendo con la celebración de una de las fiestas más castizas de Madrid
En el corazón de la capital, el Teatro EDP Gran Vía se viste de gala para acoger una de las representaciones más emblemáticas del género chico: «La Verbena de la Paloma», coincidiendo con la cercanía de la festividad de la Virgen de la Paloma. Este título, que ponen en escena la compañía lírica Luis Fernández de Sevilla y Moncloa Producciones, en el que trabajan unas 60 personas, ha batido récords de taquilla durante más de 14 años y ahora vuelve a demostrar porqué es un pilar del género lírico español. La obra, que se sitúa en el Madrid de finales del siglo XIX, narra las vivencias de los habitantes de un castizo barrio durante la noche de la verbena. Amores, celos y malentendidos se entrelazan en esta pieza que, más que una representación, es una fiesta de la cultura popular madrileña.
La acción nos transporta a los barrios populares madrileños, donde la noche se vuelve un hervidero de emociones y fiesta. Entre los personajes que cobran vida, encontramos a Don Hilarión, el boticario, y Don Sebastián, quienes comentan los calores de la noche mientras los vecinos disfrutan de la verbena. Sin embargo, no todos comparten el júbilo. Julián, consumido por los celos que le provoca su novia Susana, se encuentra en una encrucijada emocional.
La «señá» Rita, figura materna y consejera, intenta guiar a Julián por el buen camino, pero no puede evitar que descubra los planes de Antonia, la tía de Susana, quien aspira a emparejarla con el boticario. La trama se complica con la presencia de Casta, hermana de Susana, añadiendo un toque de intriga y humor a la historia.
¿Qué hace que «La Verbena de la Paloma» sea tan especial y el título más taquillero del género lírico español? Tal vez sea la música sublime de Tomás Bretón con las aportaciones de César Belda, o el libreto ingenioso y lleno de sabor madrileño de Ricardo de la Vega. O quizás sea la puesta en escena, que, manteniendo su esencia clásica, incorpora números del género chico y composiciones nuevas que encajan perfectamente con la obra original. César Belda, el coautor de la música y director musical, además de madrileño, de Cuatro Caminos, como él mismo indica, aclara que en la representación no se han hecho variaciones con respecto a la música original de Tomás Bretón «porque intentamos respetar al máximo la partitura, pero como «La Verbena de la Paloma» es una obra de género chico, que duraba entre 50 minutos y una hora, para el público actual se queda corta y lo que hemos hecho ha sido ampliarlo con cinco piezas nuevas , entre ellas un chotis que tiene mucho éxito y que se llama “Viva Madrid”, del que soy autor».
Belda considera que ahora la zarzuela empieza a tener más éxito que hace unos años y muestra de ello es que, este verano, diferentes compañías de zarzuela están haciendo representaciones durante estos días en Madrid, cuando durante los últimos quince años han sido los únicos. Esto «creo que es fruto de la campaña en favor de la zarzuela como patrimonio de la humanidad. Un grupo de personas amantes de este género estamos intentando que, al igual que el flamenco, sea reconocido como tal y ya ha pasado los primeros trámites para que la Unesco se lo conceda».
El músico madrileño lamenta que, últimamente, fiestas populares como las de San Isidro o La Paloma se hayan convertido en «sitios donde la gente va a beber y a ver conciertos de los mismos grupos de siempre. La zarzuela está considerada como algo castizo, pero también anticuado. Sin embargo, te puedo asegurar que si vas por las calles de Madrid oyes las mismas conversaciones que se escuchan en la zarzuela de “La Verbena de la Paloma” y oyes los mismos acentos porque el Madrid de 1895 sigue vivo en las calles de Madrid de ahora». Belda se ha mostrado confiado en que este género musical cada vez gane más público y vea su fruto «la labor que hace el teatro de la Zarzuela y las compañías privadas a pulmón, porque no tenemos ninguna ayuda. En las últimas temporadas veo cada vez más gente joven que viene el teatro a vernos y sale encantado porque, en el fondo, la zarzuela es muy divertida, si se hace bien. El problema es que durante muchos años ha habido poco presupuesto, con lo cual venía menos gente y, al final, solo se hacían tres o cuatro títulos. Hay que intentar que la gente vaya a ver la zarzuela y disfrutar de la cultura, porque es de lo que se alimenta el alma», explica el músico. Así, la «La Verbena de la Paloma» no es solo una obra de zarzuela. Supone ya un homenaje a Madrid, a sus gentes y una tradición que se niega a desaparecer.
✕
Accede a tu cuenta para comentar