Gastronomía

Zorro, probamos uno de los 10.000 kebabs que sirven a la semana

César de Pablo dirige este concepto, que cuenta con tres locales, además de las cocinas para el reparto a domicilio

César de Pablo anuncia que el mes que viene inauguran un local en Málaga
César de Pablo anuncia que el mes que viene inauguran un local en MálagaLRM

Carne de calidad marinada durante un mínimo de veinticuatro horas, verduras frescas, salsas alejadas de la quinta gama, pan rico y bueno... Que nos guste saber lo que comemos ha provocado que los bocados estrella relacionados con el «fast food» se hayan «gourmetizado». Y de ahí, el siguiente paso ha sido poderlos disfrutar en unos locales en los que el diseño es un número clave en la ecuación que lleva al concepto en cuestión al éxito. Además de la limpieza, más en este concepto en el que pides el tuyo y enseguida observas cómo lo prepara quien está detrás de la casi siempre pequeña barra. Así que sí, debemos y tenemos que dejar de recordar aquellos establecimientos en los que poco o nada apetecía entrar a pedir un kebab prototipo de la peor comida basura. Dicho esto, sabemos que desde hace un tiempo son numerosos los proyectos nacidos para ocupar un hueco en el tan vivo y diverso escenario gastronómico capitalino y uno de ellos es Zorro. De ahí que charlemos con César de Pablo Huete, quien ya hace un par de años, inauguró el primero de tres locales a los que ya podemos acudir. Además, cuentan con tres «cocinas fantasma» dentro de la línea de reparto a domicilio, y en unas semanas, incluido en su programa de expansión, abrirán en Málaga. Porque si para inaugurar los dos primeros locales necesitaron 250.000 mil euros, Zorro comenzó el año con el cierre de una ronda de inversión de 1,1 millones de euros. Una ampliación de capital que responde a su estrategia de expansión: «Queríamos, desde un principio, dirigirnos a quienes tenían y tienen la imagen de que sólo se puede comer un kebab en un lugar cutre en el que la comida es mala. Por eso, decidimos montar el negocio con el objetivo de ofrecer recetas ricas hechas con ingredientes de calidad en un espacio con una puesta en escena bonita, porque hasta el packaging lo es, para que al comensal le apetezca comerse un buen kebab. La carne de ternera, el pollo... todo se prepara en nuestras cocinas centrales y se van montando filete por filete, a mano», explica.

El mixto es el más demandado de la cadena
El mixto es el más demandado de la cadenaLRM

Competencia feroz

El proceso de elaboración se basa en la marinación de la carne durante 24 horas para después ser ensamblada cada mañana en el tradicional asador vertical. Asimismo, confirma César con honradez que la existencia de una feroz competencia en la capital es hasta bueno: «Saber que otras marcas similares a la tuya lo hacen bien es bueno, porque te obliga a estar constantemente alerta. También, que no somos los únicos que queremos dignificar el mundo del kebab, sino que somos varios quienes hemos visto la oportunidad».

Una buena semana, anuncia César, pueden llegar a hacer unos diez mil kebabs. Son los que salen de los establecimientos del 16 de General Perón al que acuden, sobre todo, quienes realizan una comida rápida y regresan a sus respectivas oficinas repartidas por la zona de Azca; de San Bernardo, 59, destino de quienes se patean Malasaña, y del 4 de Cartagena. ¿El reto? En los locales, asegura, que el kebab esté rico y la rapidez con la que los preparan, fundamental: «El comensal demanda tenerlo en sus manos en 10 minutos y no tener que hacer cola para pedirlo», continúa. Incluso, es un manjar que viaja fenomenal y que es posible pedir a domicilio: «Una vez terminado de hacer, lo pasamos por la plancha durante un minuto y medio para que llegue a su destino en perfectas condiciones», asegura.

El más demandado es el mixto, servido en un pan de pita con pollo, ternera, salsa blanca, lechuga, tomate, perejil y cebolla. Por su parte, el shawarma de pollo se acompaña de salsa de ajo, tomate, cebolla roja y pepino. mientras que el de ternera ofrece una receta algo más elaborada en la que el zumak, una popular mezcla de especias del Medio Oriente de zumaque, orégano, tomillo, semillas de sésamo y mejorana, y la melaza de Granada, ofrecen un viaje a los sabores tradicionales árabes. Además, hay una opción vegana, elaborada con croquetas de masa de garbanzo, tomate, pepino, lechuga, hierbabuena y salsa tahine.