La digitalización, herramienta clave del sector gasista en su avance verde

«El gas será imprescindible en la economía por su competitividad frente a otras fuentes de suministro de energía», afirma Marta Margarit, secretaria general de Sedigas, la asociación que reúne a las entidades de la industria del gas canalizado de España. «Además, subraya, es un segmento clave, y ya completamente digitalizado, para abordar el cambio de modelo energético requerido para cumplir con los objetivos ambientales europeos, garantizando la seguridad del suministro y sin dejar fuera a ningún colectivo».

Según la asociación, el gas sigue teniendo un papel fundamental en el abastecimiento energético de los hogares y en la climatización de edificios, con casi siete millones contadores y otros tantos de instalaciones térmicas. Y aumenta también su participación en la movilidad terrestre, como combustible alternativo en la automoción, y en la marítima. El sector, además, «lleva años trabajando en I+D+i para aportar alternativas cada vez más responsables y ecológicas con el entorno», señala Margarit.

Uno de las prioridades ha sido la digitalización: la construcción y operación de las infraestructuras, la gestión de la energía, la comunicación de las empresas con sus proveedores, clientes y otras entidades, son áreas afectadas positivamente por la gestión digital del sistema gasista.

Lo más cercano para los consumidores es el cambio de los tradicionales contadores de gas por los digitales que sustituirán a los de más de 20 años de antigüedad. «Los contadores de gas inteligentes mejoran notablemente notablemente la calidad de la información y facturación para los clientes domésticos, lo que también contribuye a la eficiencia energética y a la mejora del medio ambiente. Además, reducen la necesidad de entrar en los domicilios particulares y, asimismo, a través de la telegestión, pueden incluso operar la válvula de corte en situación de emergencia por olor a gas», detalla Margarit.

Por otro parte, la implantación masiva del contador inteligente tiene un potencial importante de generación de empleo ligado a la producción de los nuevos equipos, así como al desarrollo y prestación de los servicios de los sistemas informáticos para su operación. De hecho, según las estimaciones del sector «la sustitución de los 7 millones de contadores supondría podría generar alrededor de 50.000 puestos de trabajo en toda la cadena de valor».