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Medio Ambiente

Estancamiento en la COP-27

Ramón Tamames
Ramón Tamames Cristina BejaranoLa Razón

La historia es bien conocida, y su primer protagonista fue el sabio químico sueco Svante Arrhenius; quien supo apreciar, en las postrimerías del siglo XIX ,cóm ola temper aturad el a atmósfera del planeta Tierra estaba subiendo desde sus seculares parámetros estabilizados. Después, una sucesión de investigadores fue apreciando y midiendo ese fenómeno. Y ya en 1992, en la «Cumbre de la Tierra », celebrada en Río de Janeiro por convocatoria de las Naciones Unidas, se aprobó la «Convención Marco sobre el Cambio Climático»: un reconocimiento de la magnitud del problema,una inmensa bomba de relojería.

A partir de la Cumbre de 1992 –a la que asistí en la Delegación del Club de Roma, que integrábamos su Presidente, Ricardo Dí ezHo ch leitnery yo mismo –, comenzaron a celebrarse las« Conferencias de las Partes» (COP), con carácter anual. En la idea de un día comenzar a aplicar recortes de e misiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero. Que forman una especie de esfera circular cada vez más gruesa en torno a la Tierra, que contribuye a la elevación de la temperatura del planeta. Con la incidencia del calentamiento global, haciendo subir las aguas de océanos y mares por la fusión de los hielos de la Antártida, Groenlandia y sus aledaños, y glaciares de montaña. Y con muchas más secuelas que los lectores de esta columna ya conocen.

En la aplicación de la Convención Marco, y tras el fiasco del Protocolo de Kioto, se llegó, en la COP-21, el Acuerdo de París de 2015, entró en vigor en 2020, con el propósito de des carbonizar la sociedad humana, y subir la temperatura media del globo no más de 1,5ºC de la temperatura de la atmósfera terrestre; a fin de no alterar el funcionamiento global deGaia, como volvió a llamara la Tierra el profeta Lovelock, recuperando su viejo nombre heleno.

El próximo viernes presentaremos las conclusiones de la COP-27, en Egipto, que oficialmente termina hoy, en un ambiente de lentitud.