Decadencia de Occidente ( y II)

Recordarán los lectores de «Planeta Tierra» que la semana pasada empezamos este artículo sobre «Decadencia de Occidente (I)». Me quedó en el tintero, en esa primera parte, la referencia que hicieron algunos miembros de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas al posible adelanto de India a la China. En ese sentido, recomendaría que los expectantes busquen asiento para esperar cómodamente, como mínimo, dos o tres décadas.

La cuestión está definitivamente entre China y EEUU, y Xi Jinping ya se ha organizado la cosa para seguir en Pekín, como el nuevo emperador, por cinco años más, hasta 2028… y luego Dios, o Confucio, dirán. Entre tanto, Biden en EEUU está preparando un macroplan con cientos de miles de millones de dólares para mejorar las infraestructuras del país, y afrontar el reto chino. Se trata de mantener la distancia en los temas tecnológicos, principalmente en los espaciales, y no menos en los militares, con nuevas armas atómicas que no produzcan contaminaciones letales, y sean utilizables en las guerras tipo Ucrania.

La verdad es que las perspectivas no son buenas. Se abre una nueva guerra fría en que las superpotencias echarán mano de sus aliados: China de Rusia, y también de algunos países sudasiáticos, sobre todo Irán, Irak y Siria. En tanto que EE. UU. reconstruirá sus baluartes económicos y financieros en torno a China y Rusia, con un rosario compuesto por Japón, Corea del Sur, Taiwán, toda la ASEAN con sus diez naciones del sudeste asiático, amén de otras potencias del Pacífico, señaladamente Nueva Zelanda y Australia.

Y mientras tanto, Europa como protectorado norteamericano sin dar el do de pecho que tendría que dar, recordando a Kant y su ensayo de 1795 sobre la paz perpetua. En cualquier caso, aprovecho para anunciarles que, en el mes de junio, en mi lección anual en la Real Academia, me ocuparé, precisamente, de la carrera China/EEUU, que promete ser más que dura y llena de conflictos.