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Cambio Climático

2025: otro año que amenaza con romper récords de calor global

La Organización Meteorológica Mundial advierte que el clima global marca un punto de inflexión

2025 se perfila como el más cálido de las últimas décadas
2025 se perfila como el más cálido de las últimas décadascedida

El año 2025 se perfila como uno de los años más cálidos jamás registrados, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Las alarmantes cifras y la concatenación de fenómenos extremos han colocado al planeta ante un nuevo aviso: el cambio climático avanza sin tregua y exige respuestas contundentes. La OMM prevé que este año pueda situarse como el segundo o tercer más caluroso desde que existen registros sistemáticos, consolidando una tendencia que preocupa a la comunidad científica.

De acuerdo con el último informe de la OMM, desde 2015, la Tierra ha experimentado una sucesión de años con temperaturas récord. El año 2025 no es la excepción, los primeros meses han mostrado anomalías térmicas en prácticamente todos los continentes, con olas de calor extremas en el hemisferio norte, inviernos inusualmente suaves y noches tropicales cada vez más frecuentes en latitudes templadas.

Según los datos publicados en el informe, la temperatura media global en 2025 se sitúa ya cerca de 1,5 ºC por encima de los niveles preindustriales, el umbral fijado por el Acuerdo de París como límite deseable para evitar los peores impactos del cambio climático. Las consecuencias son visibles, incendios forestales más intensos y frecuentes, sequías prolongadas y un aumento de episodios de calor extremo en ciudades y zonas rurales por igual.

Las concentraciones de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O), alcanzaron máximos históricos en 2024 y la tendencia ha continuado en 2025. Según la OMM, la concentración de CO2 sobrepasó las 420 partes por millón (ppm), niveles nunca vistos en la era moderna. Estos gases atrapan el calor en la atmósfera terrestre, intensificando el efecto invernadero natural y acelerando el calentamiento global.

El informe de la OMM subraya que, pese a los esfuerzos internacionales, las emisiones globales no han disminuido al ritmo necesario para estabilizar el clima. El aumento de la temperatura media global está directamente vinculado a la persistente acumulación de estos gases, impulsada por la quema de combustibles fósiles, la deforestación y las actividades industriales.

El deshielo avanza

El hielo marino del Ártico y la Antártida ha registrado mínimos históricos en extensión y volumen. El deshielo estival en el Ártico ha reducido la superficie helada a menos de 4 millones de kilómetros cuadrados, mientras que la Antártida ha mostrado pérdidas aceleradas en sus plataformas de hielo. Los glaciares de montaña, desde los Alpes hasta los Andes y el Himalaya, siguen retrocediendo a un ritmo alarmante.

Este retroceso no solo afecta a la biodiversidad y a los ecosistemas polares, sino que también pone en riesgo el suministro de agua dulce para millones de personas y contribuye al aumento del nivel del mar. El informe de la OMM advierte de la posibilidad de alcanzar puntos de no retorno si no se implementan medidas drásticas de mitigación.

Fenómenos meteorológicos extremos

El año 2025 ha estado marcado por una sucesión de fenómenos meteorológicos extremos, olas de calor récord en el sur de Europa y Norteamérica, lluvias torrenciales e inundaciones en Asia y huracanes más intensos en el Atlántico. Estos eventos han tenido un impacto socioeconómico considerable: desplazamientos de población, pérdidas agrícolas, interrupciones en infraestructuras críticas y aumento de los costes en seguros y reconstrucción.

El vínculo entre el cambio climático y la mayor frecuencia e intensidad de estos fenómenos ha sido corroborado por la comunidad científica y reconocido en los informes de la OMM.

El mar, un termómetro global

El calor de los océanos ha alcanzado su máximo histórico este año, actuando como un gigantesco depósito de la energía excedente producida por el efecto invernadero. El nivel medio del mar ha subido más de 4 milímetros anuales en la última década, poniendo en peligro a ciudades costeras y pequeños estados insulares.

El calentamiento y la acidificación de los océanos afectan a la vida marina, la pesca y la seguridad alimentaria, además de intensificar la erosión costera y el riesgo de inundaciones. La OMM alerta sobre la urgencia de frenar estas tendencias antes de que se vuelvan irreversibles.

Energías renovables, claves para la esperanza

El desarrollo de energías renovables -solar, eólica, hidráulica- y la integración de datos climáticos en la planificación energética son avances destacados en la lucha contra el cambio climático. Los servicios climáticos, que proporcionan información precisa y actualizada sobre riesgos y previsiones, se han convertido en herramientas fundamentales para sectores como la agricultura, la gestión del agua y la salud pública.

En 2025, la colaboración entre agencias meteorológicas, gobiernos y empresas ha permitido mejorar la toma de decisiones y reducir la vulnerabilidad frente a eventos extremos, aunque persisten retos en la cobertura y acceso a estos servicios, especialmente en países en desarrollo.

Uno de los progresos más significativos ha sido la expansión de los sistemas de alerta temprana, capaces de anticipar fenómenos meteorológicos peligrosos y salvar vidas. Según la OMM, más del 70% de la población mundial cuenta ya con algún tipo de cobertura de alertas, aunque subsisten brechas importantes en África y pequeñas islas.

El llamamiento de la OMM

En el marco de la trigésima Conferencia de las Partes (CP 30) que se está celebrando estos días de Brasil, la Organización Meteorológica Mundial y Naciones Unidas han reiterado la gravedad de la situación y la necesidad de intensificar la acción climática. "El tiempo para actuar es ahora. Cada décima de grado cuenta", ha declarado el Secretario General de la OMM, recordando que 2025 podría convertirse en un punto de no retorno si no se adoptan medidas urgentes.

Para la Organización Meteorológica Mundial, las señales de alarma cada vez son más claras, temperaturas récord, retroceso del hielo y los glaciares, eventos extremos y una presión creciente sobre océanos y costas. Sin embargo, aún queda margen de maniobra y los avances en energía renovable, los servicios de información climática y los sistemas de alerta temprana muestran el camino hacia una mayor resiliencia.