Día Europeo sin Coches
Ciudades más sanas y resilientes
Europa invita a imaginar y construir ciudades donde las personas tengan prioridad sobre los vehículos
El Día Europeo sin Coches, que se celebra cada año el 22 de septiembre, pone el cierre a una semana dedicada, en toda Europa, a promover alternativas sostenibles para la movilidad urbana, fomentando medios de transporte, como la bicicleta, el transporte público o los desplazamientos a pie.
Actualmente, más de 2.000 ciudades de todo el continente participan cada año, en la Semana Europea de la Movilidad, cerrando calles al tráfico motorizado y organizando actividades culturales, deportivas y educativas para involucrar a la ciudadanía en la transformación urbana.
Uno de los principales argumentos a favor de este día es la reducción de emisiones contaminantes, responsables de muy variados problemas de salud pública y coadyuvantes del calentamiento global. Además, limitar el acceso de los automóviles al centro de las ciudades, facilita la disminución de la contaminación acústica y mejora la calidad del aire, lo que repercute directamente en el bienestar de sus habitantes.
Salud y calidad de vida
Los expertos advierten que la exposición a la contaminación del aire y al ruido afecta a la salud ya sea en forma de problemas respiratorios y cardiovasculares o incrementando los niveles de estrés. Diversos estudios señalan que una reducción temporal del tráfico se traduce en mejoras en la calidad del aire y en el bienestar de la población. Además, al promover el uso de la bicicleta o el caminar, se incentiva la actividad física, una práctica para combatir el sedentarismo y su impacto sobre la salud.
El Día Europeo sin Coches también pone en el acento en la necesidad de que la movilidad sea accesible e inclusiva para todos. Personas mayores, con discapacidad y familias con niños suelen verse beneficiadas por la disminución del tráfico, que facilita desplazamientos más seguros
Retos de la movilidad urbana
Aunque la fecha es una oportunidad simbólica para cambiar el modelo, haciendo ciudades más saludables y sostenibles, los retos de la movilidad urbana requieren acciones continuadas y políticas públicas ambiciosas que van desde la adaptación de infraestructuras, la accesibilidad y calidad del transporte público o la planificación urbana orientada a reducir la dependencia del automóvil privado, hasta la integración de nuevas tecnologías y sistemas de movilidad compartida.
Innovación y buenas prácticas
En ciudades como Ámsterdam o Copenhague, la apuesta por la movilidad sostenible ha transformado profundamente el modelo urbano. La creación de carriles bici, zonas peatonales, redes de transporte público eficientes y políticas de reducción de emisiones han servido de ejemplo para otras metrópolis europeas. Proyectos de movilidad eléctrica, incentivos para vehículos compartidos y campañas educativas complementan el esfuerzo por reducir el tráfico y mejorar la calidad de vida.
La digitalización también abre nuevas posibilidades para optimizar el transporte, planificar rutas y compartir vehículos. Aplicaciones móviles, sistemas de alquiler de bicicletas y plataformas de movilidad integradas facilitan el acceso a alternativas sostenibles y fomentan el uso consciente de los recursos.
Movilidad para todos
Este año la Semana Europea de la movilidad ha querido poner el énfasis en la importancia de garantizar que todas las personas puedan tener acceso a transporte sostenible, independientemente de sus ingresos, ubicación, género o capacidades. Muchas personas enfrentan desafíos como el alto costo o la falta de opciones de transporte, lo que limita su acceso al empleo, la educación y los servicios esenciales; esto se conoce como pobreza de transporte.
Este mismo año, la Comisión Europea ha hecho públicas una serie de recomendaciones para que los Estados puedan abordar los complejos desafíos de la pobreza en el transporte en toda la Unión Europea, especialmente en el contexto de los próximos planes sociales sobre el clima.
De hecho, se espera que el [[LINK:EXTERNO|||https://climate.ec.europa.eu/eu-action/eu-emissions-trading-system-eu-ets/social-climate-fund_en">]] movilice al menos 86.700 millones de euros a partir de 2026, lo que ayudará a los países europeos a implementar reformas estructurales y promover una movilidad sostenible e inclusiva.