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Estrategia
Medioambiental, innovadora y cohesionada: así es la sostenibilidad en el Grupo ACS
El nuevo plan estratégico pone el foco en proyectos donde la sostenibilidad es una prioridad absoluta
Durante los últimos meses, el Grupo ACS ha centrado sus esfuerzos en exponer cuál es su visión del futuro. En abril celebró el primer Capital Markets Day de su historia y apenas tres semanas después hizo lo propio con la Junta General de Accionistas. En estos encuentros ante inversores, accionistas y analistas, los principales ejecutivos del gigante de las infraestructuras se centraron en explicar su evolución, los pilares de la nueva estrategia y su visión del futuro.
Futuro y sostenibilidad fueron palabras que se repitieron con mucha frecuencia durante estos encuentros. Y es que el sector de las infraestructuras, al igual que el conjunto de la economía, necesita de una adaptación continua para afrontar los nuevos desafíos y necesidades en materia medioambiental. Durante la celebración de la Junta, el presidente Florentino Pérez fue claro al respecto: «En el Grupo ACS entendemos que el éxito no solo se mide en términos de rentabilidad económica, sino también en la capacidad que tenemos para generar un impacto positivo en el mundo que nos rodea. Impacto que cada vez más exige ser sostenible y respetar el entorno».
Y si ampliamos la mirada, si nos centramos en la evolución que está viviendo la compañía, está claro que la sostenibilidad es una prioridad absoluta en este nuevo plan. Aunque los proyectos de infraestructuras tradicionales van a seguir estando presentes, el Grupo ya es líder en los proyectos de nueva generación, que incluyen proyectos relacionados con la transición energética, la movilidad sostenible, la digitalización o la biofarmacia. El compromiso es claro. El presidente de ACS fue preciso al respecto: «Tenemos la oportunidad de hacer una gran contribución a la sociedad y lo vamos a hacer».
El CEO del Grupo ACS, Juan Santamaría, aludió al Plan Director de Sostenibilidad 2025 como el pilar a partir del cual se estructura la política medioambiental de la compañía. Los avances en esta materia son importantes, pues se ha logrado reducir las emisiones directas en un 30% en los últimos cuatro años y se espera alcanzar el objetivo de la neutralidad climática en 2045, cinco años antes del límite marcado por la UE. Esfuerzos que se han visto reconocidos por los máximos índices internacionales en materia de sostenibilidad, como el Dow Jones Sustainability Index de S&P.
Transición energética y movilidad
El Grupo lleva tiempo dando muestras de la importancia que van a tener los sectores de la transición energética y la movilidad sostenible. Sin ir más lejos, Santamaría explicó que «en el último año, los proyectos relacionados con la transición energética se han duplicado, alcanzando un total de 4.152 millones de euros». Ejemplos de esta apuesta por la transición energética son los contratos logrados por CIMIC que se ha adjudicado recientemente una planta de hidróxido de litio en Australia, un contrato de extracción de níquel en Indonesia, la Victorian Big Battery o el proyecto de transmisión eléctrica de alta tensión HumeLink. Otro de los hitos destacados es la planta solar de Glenrowan, también en Australia.
Y en materia de movilidad sostenible, la compañía anunció recientemente que Iridium se convertía en inversor de Skyports, apostando así por el negocio de aerotaxi, drones eléctricos y los vertipuertos. Es solo una muestra. «La infraestructura asociada a la movilidad sostenible y las ciudades inteligentes es un mercado de crecimiento estructural a largo plazo», aseguraba Santamaría. En la Bahía de San Francisco, ACS también ha sido seleccionada para desarrollar un proyecto con vehículos autónomos, mientras que en Canadá está implicado en el proyecto de tren ligero de la Green Line de Calgary.
La sostenibilidad va más allá
Pero la sostenibilidad no se limita solo a la movilidad y la energía. Durante su intervención ante los accionistas, Santamaría subrayaba que la empresa está comprometida con el desarrollo de todas sus actividades de una forma responsable y sostenible, reduciendo sus emisiones directas en un 30% en los últimos cuatro años. Además, el grupo ACS ha incrementado el número de mujeres en puestos de dirección hasta suponer un 22,6% del total y ha experimentado un aumento en la evaluación de sus operaciones en materia de derechos humanos por encima del 83%.
«En la parte social, nuestra máxima prioridad es la seguridad y salud en el trabajo de nuestros empleados y de toda nuestra cadena de valor», señalaba Santamaría. En 2023, la empresa destinó más de 142 millones de euros a este ámbito, dedicando un importante esfuerzo a la formación y a la aplicación de nuevas tecnologías para la prevención de accidentes (como el uso de drones aéreos para identificar situaciones de peligro o la utilización de exoesqueletos para reducir lesiones).
Además, la compañía asegura que una buena parte de su fortaleza está en ser un grupo mundial pero con fuertes raíces locales en los países en los que opera, por lo que los gestores de la compañía buscan la promoción del talento especializado y diverso, especialmente en las comunidades en las que trabaja. «El esfuerzo y la responsabilidad constituyen la esencia de nuestro éxito, basado en una cultura corporativa que promueve la integridad, la igualdad de oportunidades, el respeto y el trabajo en equipo», destacaba Santamaría. ACS ha sido reconocida como la mejor compañía para trabajar en España por la revista «Forbes».
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