Los mil usos de los neumáticos reciclados

Con 200.000 toneladas de neumáticos fuera de uso se pueden hacer muchas cosas. Útiles, socialmente beneficiosas, imaginativas, inesperadas… Bajo todos estos parámetros caben las soluciones que desde Signus aportan para incorporar a la economía circular y dar una segunda vida a los materiales que integran un residuo, que no para de crecer en sus cantidades y que es necesario y obligatorio gestionar adecuadamente, bien reutilizándolo, bien reciclándolo.

¿Qué se puede hacer tal cantidad de un producto compuesto por un 54,8% de caucho, un 30,7% de acero y un 14,5% de textil, todos ellos de alta calidad? Bastantes cosas, ciertamente.

El acero, lo aprovecha la industria siderúrgica para fabricar más y del textil, se ocupa la cementera como combustible. El reto, se comprende, está en aprovechar ese caucho para el mayor número de aplicaciones posibles. Y si requieren mucho, mejor, más materiales no renovables se estarán ahorrando. Suelos para parques infantiles, pistas de deporte, asfaltado de carreteras y relleno de césped artificial se llevan cada año la mayor parte, el 90%, del caucho destinado a reciclaje, previamente procesado y granulado.

Todas ellas están ya desarrolladas, testadas y en uso. Si bien una parte importante del caucho granulado tendrá que salir de ese flujo. El que se dedica al relleno para césped artificial. Porque en septiembre del año pasado comenzó el plazo que la Unión Europea ha dado para la restricción del uso de microplásticos para la base de hierba artificial. Hay ocho años para desarrollar nuevos usos y aplicaciones para las casi 60.000 toneladas anuales de neumáticos que hasta se destinaban a ese uso.

Aunque sea un reto de los grandes, en Signus hay una gran experiencia y bagaje de alianzas con universidades y centros tecnológicos para promover proyectos de I+D+i para desarrollar aplicaciones para el caucho procedente de reciclaje.

De momento y en todo caso, ya hay muchas más aplicaciones para el resto del caucho granulado disponible: aislamiento acústico y térmico, mobiliario urbano, suelas de zapatos, etc., aunque generalmente pasa desapercibido que lo lleven incorporado.

Para diseñadores atrevidos

¿Qué otros usos puede tener un material tan especial como el caucho reciclado, de alta calidad por una parte y, digamos, difícil estéticamente, por otro? Con estas características no es raro que el mundo del diseño, en todas sus variables, lo esté acogiendo con interés por el reto que implica ver qué se puede hacer con él que resulte útil, bonito, vanguardista y, en algunas ocasiones, hasta deslumbrante.

Signus ha promovido intensamente diversas iniciativas y proyectos para que los diseñadores exploren y experimenten con las posibilidades del caucho reciclado. Uno de ellos es Neomatique, un proyecto que lleva en marcha varios años y del que forman parte bisutería, bolsos, calzado y un largo etcétera de artículos con bien diferentes entre sí.

Otra colaboración que ha dado resultados muy interesantes fue la que establecieron Signus, la Fundación Didac y la Escuela de Arte y Superior de Diseño Maestro Mateo de Santiago de Compostela, para incorporar el caucho reciclado a los materiales con los que los alumnos de esta última experimenten, desarrollen productos útiles y lo empleen en sus futuros proyectos. El primer resultado fue el mobiliario utilizado para amueblar un escenario en el que se celebrarían una serie de mesas redondas del Festival Plataforma.

Quizá el abanico más completo de usos vanguardistas del caucho reciclado se presentó recientemente en el Madrid Design Festival, con una instalación dedicada a la segunda vida del caucho procedente del reciclaje de neumáticos fuera de uso, también bajo el paraguas del proyecto Neomatique, esta vez con el título The Sound Resonance.

En el se exhibían una serie de artículos que eran resultado de la transformación de caucho granulado. Una muestra de cómo utilizando diferentes técnica, incluida la impresión 3D, este material experimenta una metamorfosis que da como resultado objetos que nadie diría que están hechos con algo que no hace tanto soportaba y permitía moverse con seguridad a un coche, un camión o una moto.

Joyería, lámparas, asas para bolsos, calzado, altavoces y taburetes de diseño estaban ahí para demostrar que sí, que es posible hacer muchas cosas, bonitas, útiles, imaginativas, vanguardistas e inesperadas con el caucho de los neumáticos fuera de uso.