Las balas del odio
El asesinato de la niña Carmen en Salamanca
En 1935, unos pistoleros de la Federación Anarquista Ibérica mataron a base de disparos a Juan Pérez Almeida, afiliado a Falange, y a su hermana de 12 años
El día 11 de abril de 1935 Carmen Pérez Almeida, una niña de doce años, caía asesinada por las balas del odio disparadas por pistoleros de la Federación Anarquista Ibérica cuando, en compañía de su hermano Juan, de profesión electricista y 27 años de edad, y de su novia María, iban a recoger a su hermana Guadalupe a la Academia Fray Luis de León de Salamanca, donde Guadalupe era limpiadora, para llevar a la pequeña Carmen a una función de teatro infantil. Eran hijos de Luis Pérez Martín, un anciano maestro de la localidad castellana muy conocido por su amplia labor pedagógica.
Juan Pérez Almeida estaba afiliado a Falange. Cuando enfilaban el parque de la Alamedilla, un grupo de milicianos, que había seguido a los hermanos Pérez Almeida desde su casa, se parapetó en un muro y comenzaron a vaciar los cargadores de sus pistolas sobre el grupo de jóvenes. La niña Carmen es asesinada vilmente de un disparo en la cabeza, las balas del odio alcanzan también a su hermano Juan, quien cae abatido con un tiro en el pecho y otro en el hombro, viendo el cadáver de su hermana pequeña con la cabeza reventada por un disparo de 9 milímetros. La agonía del falangista fue larga, murió por las heridas sufridas en el atentado el cinco de mayo. La hermana mediana, Guadalupe, y la novia de Juan lograron salir con vida del ataque terrorista.
Tras la agresión los pistoleros anarquistas fueron perseguidos por un policía de paisano, que al final, pudo detener a uno de ellos, identificado como Luis Luciano Labrador. También posteriormente se identificó a otro anarquista llamado Luis López” el cábila” como sospechoso de participar en el atentado.
A Juan, dado su gravísimo estado, se le trasladó al Hospital Provincial, donde al día siguiente y en presencia del juez reconoció como uno de los autores del atentado al anarquista detenido: Luis Luciano Labrador Fregeneda.
Cuando la prensa republicana se hizo eco de la noticia, quiso minimizar el brutal asesinato señalando que el objetivo era Juan, “de filiación fascista”, al ser miembro de Falange Española.
En el “Presente” que les dedicó el periódico “Arriba”, se decía: “Cayó Juan Almeida, por España, muerto a traición con la hermanita que tanto quería, (…) en uno de los atentados más viles que la Falange ha sufrido. Guardad todos en el fondo de vuestras almas este nombre y este dolor y pensad que allá arriba, con Juan Almeida y con los veinte nuestros, hay una niña que han matado a una familia de gentes de bien, pero que nos la han matado también a nosotros”. Carmen, que por edad nunca pudo estar afiliada a la Sección Femenina, fue considerada por las azules como la primera de sus caídas. Antes del 18 de julio de 1936, casi noventa falangistas fueron asesinados por terroristas de izquierdas.
En el año 2015, el ayuntamiento decidió quitar la placa que recordaba el asesinato del obrero falangista y su hermana Carmen.
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Pasividad ante la tragedia