«Mindscape»: Yo vigilo tu mente

Un detective de la memoria puede entrar en tu cabeza, puede mirar tus recuerdos, aunque algunos no querrías ni recordarlos tú mismo, ver lo que callas y saber si eres un asesino o un sociópata. Anna, la chica que investiga John, uno de los mejores del ramo aunque ahora viva deprimido, ausente por el suicidio de su esposa, podría ser ambas cosas. O ninguna. Rodada de manera sobria, un poco a la forma de aquellas películas de los 40 con una transtornada «famme fatal» suelta y a veces casi cortante como el filo de una navaja, sabe mantener la tensión el debutante Jorge Dorado, como sabe también que el que una chica mire a cámara impasible mientras habla de las hipotéticas relaciones sexuales que mantuvo con un profesor puede provocar el mismo escalofrío al público que un monstruo emergiendo del lago. Suerte ha tenido el cineasta de tener para el filme la contenida interpretación de Mark Strong, que encarna a ese infatigable rebuscador de historias sórdidas pasadas, y a la hipnótica Taissa Farmiga, Anna, la jovencita de clase alta precoz, ambigua e inteligente, porque entre los dos logran que la película crezca de altura. Las escenas de ese tira y afloja psicológico salpicado de un leve erotismo entre ambos concentran buena parte del prometedor thriller (cuya fórmula, no obstante, tampoco resulta nueva, ya lo verán), que, tras un potente arranque, pierde sin embargo el pie hacia el precipitado tramo final porque deja demasiados hilos sueltos. Pero hablamos de un novato, les dirá, y con razón, el listo de Collet-Serra.