Nissan
Barcelona no entra en los planes de futuro de Nissan
Los modelos que hoy produce serán traspasados a fábricas localizadas en Francia, pero se mantienen las factorías de Ávila y Santander
Quedan ya pocas horas para que el máximo responsable de Nissan en el mundo, Makoto Uchida, comparezca mañana por la mañana para hacer público los resultados de la compañía en el último ejercicio que se ha cerrado en marzo y exponga los planes de futuro en las estrategias comerciales e industriales. Una declaración que se adelanta un día a la que el viernes tiene previsto hacer el conjunto de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi. En la exposición de mañana no se determinará cual será el futuro de las instalaciones de la Zona Franca, pero se verá que no cuenta para los planes futuros de la compañía.
Y ello se basa en que Nissan tiene un plan para recortar en un 20% su capacidad de producción mundial. En la actualidad pueden salir de las cadenas de montaje de Nissan en el mundo un total de ocho millones de unidades, pero las ventas del pasado año fueron de sólo 4,8 millones e unidades, con una caída del 13% respecto al ejercicio anterior. Por otra parte, la compañía ya anunció hace algo menos de un año que debía proceder a un recorte de plantilla de 12.500 empleados en todo el mundo, por lo que los tres mil aproximadamente que integran la Zona Franca y los talleres de Montcada podrían estar dentro de este plan de reducción de empleos.
Porque los números no han sido buenos para la compañía japonesa en los últimos tiempos y al parecer Uchida anunciará mañana unas pérdidas del orden de 750 millones de euros y la reducción de hasta un 40% en las inversiones para nuevos proyectos. Ante este panorama, Nissan pretende, al parecer, centrarse en los mercados en los que está más fuerte, es decir, Japón, China y Estados Unidos, en donde consigue el 70% de sus ventas. Europa lleva en este apartado la peor parte. Tanto por ventas como por producción ya que mientras la plata de Barcelona trabaja aproximadamente a un tercio de su capacidad de producción, la gran fábrica de Sunderland, en Gran Bretaña, ha reducido en el último año más de un 20% su producción hasta situarse en unas 325.000 unidades.
La planta de Barcelona cuenta con dos líneas de producción. La primera fabrica la versión eléctrica de la furgoneta NV200 y la segunda está dedicada a la producción de un tipo de todo terreno “pick-up”, es decir, con espacio de carga posterior. Con el mismo chasis y base mecánica, se fabrican el Nissan Navara, el Renault Alaskan y el Mercedes Clase X. Pero con modelos con poca aceptación en el mercado europeo. Por ello, Mercedes canceló hace meses el contrato de fabricación y a finales de este mes se deja de producir unidades para la firma alemana, lo que deja muy tocada a la planta de Barcelona, cuya rentabilidad es negativa. A todo esto, se añaden algunos aspectos negativos, como la huelga que desde hace más de veinte días mantienen los trabajadores tanto de la Zona Franca como de los talleres de chapa de Montcada o las declaraciones de responsables del Ayuntamiento de Barcelona que en las últimas semanas han declarado su voluntad de que la industria del motor abandone la Ciudad Condal.
Si a esto añadimos que el Gobierno francés ha ofrecido a Renault un generoso plan de ayudas para salvar la compañía, pero que pudiera estar de alguna manera supeditado a incrementar la carga de trabajo de las fábricas situadas en Francia, todo parece indicar que los modelos que actualmente se producen en Barcelona pasarán a las factorías francesas cuando se haga efectivo el cierre definitivo en Cataluña.
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