Motor
Casasnovas (Seat) pide una regulación estable y un acuerdo nacional para ser competitivos
Expertos reclaman unidad de acción entre sector público y privado ante los retos de la movilidad
El responsable de Seat Mó, Lucas Casasnovas, ha reclamado este miércoles marcos regulatorios estables y consensuados y un acuerdo estratégico nacional a nivel industrial para que el sector del automóvil siga siendo competitivo dentro de 10 años. Lo ha dicho durante la sesión online del Círculo de Economía sobre ‘Infraestructuras y movilidad por una Barcelona del siglo XXI. Repensar las infraestructuras para mejorar la competitividad empresarial’, introducida por el presidente de la entidad, Javier Faus, y el director regional de Empresas de BBVA, Joan Piera. En la mesa redonda también han participado el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Bilbao y delegado de movilidad y sostenibilidad, Alfonso Gil, y el socio de consultoría estratégica y operaciones de la industria de Consumer de Deloitte, Vicente Segura, que han sido moderados por el presidente de Idencity y exalcalde de Barcelona, Jordi Hereu. Casasnovas, Gil y Segura han coincidido en la necesidad de alcanzar consensos e implicar a todos los actores a través de la alineación del sector privado y el sector público para poder afrontar los retos de la movilidad.
Baterías
Casasnovas ha destacado la necesidad de desarrollar conocimiento en materia de baterías para afrontar la transformación del sector, ya que ahora no hay ningún fabricante que prevea poner fábricas de baterías en España: “Si no hay fábricas de baterías, si no hay ‘know-how’ de producción de baterías, no habrá lo siguiente”. Por eso, ha llamado al acuerdo para desarrollar ese ‘saber hacer’ en este campo para evitar que la industria deje de ser competitiva, y ha advertido de que Tesla está fabricando una gigafactoría en Alemania: “¿Si la hace en Alemania porque no vamos a poder hacerla aquí?”. También ha explicado que desde Seat han apostado por la movilidad más allá de la fabricación de coches para no acabar en un escenario de confrontación entre la industria del automóvil y los intereses municipales y climáticos. “La micromovilidad es una forma de que nuestra industria siga ofreciendo productos y se integre al interés común para mejores ciudades y movilidad”, ha defendido, y ha advertido de que, si no se alinean industria, infraestructura, tecnología y política, no habrá futuro para el sector.
“Unidad de criterios”
Por su parte, Gil ha insistido en la obligación de alinear los objetivos estratégicos para buscar una solución a través de la unidad de criterios y sin hacer políticas contra nadie, en referencia al coche privado. Ha advertido de que ha habido mensaje erróneos desde las administraciones, en referencia a algunos consejos que llamaban a evitar el transporte público durante la pandemia. “Tenemos que alinear necesariamente las políticas del sector privado y del sector público”, ha afirmado, porque según él la capacidad de la industria de establecer soluciones rápidamente no la tienen las administraciones, y ha añadido que las ciudades que tengan bien resuelta su movilidad serán las más competitivas. Ha insistido en alinear los intereses de ambos sectores porque así, ha defendido, “la industria va a ganar y los ciudadanos vivirán mejor”, ya que según el él objetivo último es una movilidad saludable.
Por su parte, Segura ha expuesto que la logística urbana de mercancías tiene cada vez más peso en la problemática de la movilidad en las ciudades y que la necesidad de gestionarla es cada vez más compleja. Ha defendido que solo se puede mejorar en este ámbito a través de la colaboración y la participación de sectores público y privado, para a la vez resolver las necesidades del ciudadano y del consumidor: “Los mecanismos de colaboración tienen que dar el equilibrio de objetivos contrapuestos”. “La colaboración permite que la movilidad como servicio despegue, para desplazarnos o mover mercancías, de forma más eficiente, sostenible y rentable”, ha concluido.
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