Tecnología

Sí, todavía existen las “alfombras voladoras”

La nueva generación del Mercedes Clase S está a la venta desde 108.000 euros. Viajar en este coche es “otro mundo”

Ir sentado sobre la alfombra mágica de Aladino debe ser una sensación parecida a la vivida a bordo de la nueva Clase S de Mercedes-Benz, todo un lujo tecnológico que deja atrás el mundo de lo analógico para entrar de lleno en el universo de las pantallas de datos y las recreaciones virtuales.

Mercedes-Benz S 400d 4MATIC
Mercedes-Benz S 400d 4MATICMercedes-Benz AG - Global Communications Mercedes-Benz Cars & Vans, photo by Daniel Maurer on behalf of Mercedes-Benz AGMercedes Benz España

La nueva generación de la Clase S se incorpora al mercado con una abanico de precios entre 108.000 y 141.000 euros y con un recital de la actual forma de hacer del fabricante alemán, que tiene en esta lujosa berlina el estandarte tecnológico bajo una capa estética formada por las suaves y redondeadas formas que caracterizan a la nuevas generaciones de Mercedes-Benz y el confort que es intrínseco a las berlinas S.

Mercedes-Benz S-Klasse Plug-in-Hybrid; Exterieur: Onyxschwarz, AMG Line; Interieur: Leder Exklusiv macciatobeige/magmagrau <figcaption><b>Mercedes-Benz S-Klasse Plug-in-Hybrid; Exterieur: Onyxschwarz, AMG Line; Interieur: Leder Exklusiv macciatobeige/magmagrau </figcaption></picture></figure><p>A filial española de Mercedes-Benz ha facilitado a la prensa especializada la experiencia de viaje y de conducción de las nuevas berlinas y en suerte nos ha tocado la variante más selecta de las motorizaciones diésel, equipada con todo, hasta la tracción a las cuatro ruedas 4MATIC, bien ajustada para llevar sobre raíles una berlina pesada y larga; con las ruedas traseras directrices, además; suspensión neumática regulable, o un sistema de conducción altamente automatizado, limitado, como en todos los casos en los que se anuncian estos dispositivos, por las carencias de las infraestructuras y la legislación.</p><div><aside class=

La experiencia interior del conductor y los pasajeros es abrumadora. Para empezar, la relación entre la berlina y el conductor y los ocupantes es digital, lo cual viene siendo habitual en los nuevos automóviles, pero aquí se introduce la percepción espacial 3D y la segunda generación del MBUX (Mercedes-Benz User Experience), la interfaz de comunicación capaz ahora de aprender por medio de las cámaras instaladas en la unidad de mando en el techo y una serie de algoritmos con capacidad de aprendizaje para reconocer los deseos de manejo del conductor. No menos espectacular es el sistema Head-up-Display, de formato de proyección en el parabrisas muy amplio, con gran cantidad de información y contenidos de realidad aumentada.

El despliegue tecnológico es tal que el conductor, por mucho empeño que le ponga, no podrá manejar los sistemas sin un proceso previo de aprendizaje para familiarizarse con la amplia lista de posibilidades que ofrece el inteligente S en todos los terrenos, desde el propio de la conducción al resto de las ayudas y sistema de entretenimiento.

Ponerse a los mandos del 400 d 4-MATIC es hacerlo al gobierno de un seis cilindros en línea de 3.0 litros de 330 caballos, el más potente en la oferta diésel, completada con el básico 350 d, también con un seis cilindros en línea de 3.0 litros, con dos o cuatro ruedas motrices. Completa la gama de motores el 500 de gasolina, configurado con otro motor de seis cilindros en línea de 3-0 litros, en lugar del V8 de la generación anterior, y en esta ocasión asistido por un motor eléctrico de 16 kW (22 CV) que proporciona esa fuerza adicional EQ Boost a los 435 caballos del propulsor térmico. Gracias a esta configuración el S 500 tiene concedida la etiqueta ECO de la DGT.

El 400 d, gobernado como toda la gama, por una transmisión automática G-Tronic de 9 relaciones, es la opción intermedia de la familia y con argumentos dinámicos sobrados para disfrutar de una conducción confortable, ausente de ruidos mecánicos, y hasta deportiva, porque con el ajuste necesario de la suspensión, las ruedas directrices, la tracción integral, es una ‘bestia’ tragando curvas de cualquier calibre, a pesar de sus 5,18 metros de largo (batalla corta) o los 5,29 de la variante de carrocería larga.

En la Clase S está todo o casi todo previsto, porque el conductor, si opta por la conducción deportiva en curva, será ayudado por el asiento para no perder la posición a causa de las fuerzas centrífugas y centrípetas que se generan en los fuertes cambios de apoyo. Los laterales del asiento se mueven para contrarrestar esas fuerzas y mantener al conductor en su mejor posición.

En general, la sensación de conducción es la de guiar un coche más pequeño y en un cockpit muy futurista, con gran cantidad de información que requiere su tiempo de adaptación.