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Mustang Mach E: el mito también se hace eléctrico
No pierde nada de su deportividad gracias a su potencia equivalente de 351 cv, pero aumenta dimensiones y habitabilidad para adaptarse a las nuevas tendencias. Desde 48.000 euros
¿Quién no ha soñado con conducir el coche deportivo americano por excelencia? El Mustang mantiene su carácter de icono sobre ruedas con la nueva generación denominada Mach-e, movida íntegramente por motores eléctricos. Sus prestaciones no defraudan en absoluto y aseguran un comportamiento deportivo. Y además, ha transformado su carrocería en un SUV con cuatro puertas y cinco plazas de gran amplitud.
Con ello, el Mustang se adapta a las últimas tendencias tanto en lo que se refiere a la mecánica como a su carrocería. De esta forma, en un mundo que camina rápidamente hacia la electrificación, el Mustang se pone en cabeza de esta tendencia con opciones de 269 caballos o hasta 351 si elegimos la versión de tracción a las cuatro ruedas. En su carrocería, los diseñadores han conseguido un equilibrio nada fácil al combinar tradición y modernidad. El Mach-e no puede negar sus orígenes, ya que mantiene muchos signos de identidad respecto al diseño de sus antecesores de dos puertas, como el morro en forma de tiburón con un capot muy amplio, los anchos pasos de rueda, la figura del caballo en la parte frontal y los tres clásicos faros de líneas verticales de la parte trasera.
En el interior encontramos una gran capacidad para poder llevar a cinco pasajeros sin apreturas y disfrutar de un amplio maletero de 402 litros, que se pueden ampliar hasta los 1.420 litros cuando abatimos los asientos posteriores. Además, el diseño nos permite utilizar otro pequeño habitáculo de otros 81 litros en la parte delantera, que además es de fondo plástico y con sumidero, por si tienes que guardar enseres mojados. El espacio interior se ve favorecido por el hecho de que las baterías se han situado en su totalidad por debajo del nivel de los ejes. El techo puede ser de cristal para proporcionar una mayor luminosidad y está equipado de una lámina de protección de rayos infrarrojos y ultravioletas. Y para el equipo de sonido, se ha confiado en una instalación de Bang & Olufsen.
El habitáculo es espectacular interior de lujo y destaca en posición central una gran pantalla de 15,5 pulgadas, tan grande como la de los Tesla. En ella se refleja toda la información, que es enorme, ya que el Mustang tiene un equipamiento completísimo que incluye, además de un avanzado programa de infoentretenimiento, todas las ayudas a la conducción habituales en los automóviles de alto nivel, como control de crucero, asistente d marcha atrás en aparcamientos, alarma de detención, reconocimiento de señales, etc… El conductor puede elegir entre diferentes modos de utilización: whisper, active y untamed, en donde caben desde la opción de economizar baterías, o buscar un equilibrio entre consumo y prestaciones o, para los que les guste disfrutar del espíritu Mustang, buscar la conducción más deportiva en la que el motor ofrece unas respuestas más agresivas en aceleraciones y se complementa además con mayor sensibilidad en frenos y dirección. En este caso la aceleración es sorprendente y pasa de 0 a 100 en únicamente 5.1 segundos. A través de la aplicación FordPass, el propietario puede controlar desde su móvil todo el funcionamiento del coche, incluso olvidarse de la llave. Complementariamente, en el montante de la puerta se iluminan unos números que pueden servir para abrir la cerradura mediante un código de seguridad.
En la parte mecánica, el Mustang ofrece dos niveles de baterías, de 75,7 o de 98,7 kw, que hacen variar no sólo la potencia, que pasa de 269 a 351 caballos, sino asimismo la autonomía, que puede ser de 400 o de 600 kilómetros. Uno o dos motores, situados en cada uno de los ejes, hacen que haya versiones de tracción posterior o a las cuatro ruedas. Se ha anunciado para final de año una nueva versión GT, con 478 caballos, que dispara las prestaciones hasta límites muy altos, como por ejemplo la aceleración de 0 a 100 en 3,7 segundos. Siempre es importante en estos coches eléctricos la recarga. Si utilizamos un wallbox, acumularemos cada hora la energía necesaria para recorrer 58 kilómetros. Si accedemos a un cargador profesional, y Ford da acceso a la red Ionity con más de 400 puntos, cada 10 minutos de recarga nos dará para recorrer 119 kilómetros. Respecto a los precios, las tarifas oscilan entre los 48.500 y los 64.900 euros en función de la versión elegida.
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