Todo lo que debes revisar en el coche antes de viajar en verano

La llegada del verano viene acompañada con el aumento de los desplazamientos por carretera. En apenas unos meses hemos pasado de los cierres perimetrales de las comunidades autónomas a las retenciones en las salidas de las principales ciudades españolas cuando llega el fin de semana. En el segundo verano de la pandemia, el turismo nacional será la opción más extendida. Todo apunta a una intensa operación salida, ya que ocho de cada diez españoles asegura que no saldrá del país durante sus días de descanso y el 86% de los ciudadanos escogerá el coche como medio de transporte para las vacaciones, según una encuesta elaborada por Ipsos. Para viajar con seguiridad, antes de coger la carretera es necesario poner a punto el coche y asegurarse de que está en perfecto estado para realizar trayectos largos.

La actividad en los talleres aumenta según se acerca el verano. Los conductores quieren tener su vehículo en condiciones para viajar a la playa y, en muchos casos, prefieren confiar en un profesional para revisar el funcionamiento del coche. Sin embargo, se puede comprobar el estado de varios componentes sin necesidad de acudir a un taller. La Dirección General de Tráfico explica que hay que prestar especial atención a los elementos que unen el coche al suelo y los relacionados con la visibilidad y la iluminación.

Muchos vehículos cuentan ya con sensores de todo tipo que avisan a los conductores de cualquier problema. Desde la presión de las ruedas, hasta las luces fundidas o el nivel del líquido refrigerante. ¿Sabes qué significado tiene cada testigo luminoso del coche?

Comprobar el nivel de todos los líquidos

Un nivel bajo en el líquido del limpiaparabrisas no es una avería grave, pero descuidar su mantenimiento nos puede jugar una mala pasada en condiciones de baja visibilidad. Tanto las escobillas como el líquido limpiador eliminan la suciedad de las lunas del coche, dejando una vista clara de la carretera.

Antes de realizar un viaje largo, revise el nivel del anticongelante. El líquido refrigerante tiene una función muy importante, ya que evita el sobrecalentamiento del motor. El depósito es transparente y cuanta con una marca que indica el nivel máximo y el mínimo, así que es sencillo comprobar si es necesario rellenarlo o no. Antes de abrir el depósito, asegúrese de que el motor está apagado y frío.

Revisar el estado del aceite

Aunque no toque cambio de aceite por el número de kilómetros o el tiempo que ha transcurrido desde la última revisión, es importante comprobar el nivel del líquido encargado de lubricar el motor. La falta de aceite es muy peligrosa, ya que el desgaste de los componentes aumenta y pueden aparecer averías inesperadas.

Para comprobar su estado, asegúrese de que el vehículo se encuentra en un lugar llano y de que el motor esté frío. Después, busque bajo el capó la varilla de medición, sáquela y limpie los restos de aceite. Vuelva a introducir y sacar la varilla y revise que el nivel se encuentra entre las marcas que indican el máximo y el mínimo. Si detecta que falta aceite, puede rellenar el depósito con uno nuevo de la misma viscosidad. La DGT advierte de que la correcta lubricación del motor exige cambios de aceite periódicos entre los 5.000 y los 30.000 km o cada 2 años, según el modelo.

Cuidado con el desgaste y la presión de los neumáticos

Los neumáticos son un elemento fundamental del vehículo. Aportan el agarre, transmiten la fuerza de tracción para mover el coche y soportan su peso. Un buen estado de las gomas es vital para realizar un viaje con seguridad, ya sea un trayecto corto o largo.

No está permitido circular cuando el dibujo de la banda de rodadura tenga una profundidad inferior a 1,6 milímetros. Los neumáticos llevan unos testigos de goma que indican la profundidad mínima de las endiduras de la ruedad, pero también se puede comprobar con una moneda de un euro. Si el aro dorado queda cubierto por la goma, todavía se puede circular.

Otro aspecto importante es la presión de los neumáticos, que suele variar en función del peso y la velocidad del vehículo. Es habitual que los fabricantes incluyan en el manual dos presiones disitintas, una para cuando se realiza un uso normal del coche y otra para cuando lleva mucha carga, como cuando nos vamos de vacaciones.

► Puede consultar la guía completa de LA RAZÓN que resuelve todas las dudas acerca de los neumáticos del coche.

Luces

El sistema de alumbado son nuestros ojos cuando las condiciones de visibilidad no son favorables. Permiten ver la carretera adecuadamente, pero también ser vistos por el resto de los usuarios de la vía. Comprobar su estado es muy sencillo, basta con ir encendiendo las luces y revisar si no están fundidas. Esta tarea no solo hay que realizarla con las luces de cruce, sino con todo el sistema de alumbrado (intermitentes, freno, marcha atrás, antiniebla, largas y de posición).

Seguro e ITV, en regla antes de viajar

Todos los conductores están obligados a “suscribir y mantener en vigor un contrato de seguro por cada vehículo del que sea titular” y esté dado de alta en los registro de la Dirección General de Tráfico. La póliza debe cubrir la responsabilidad civil de los daños a las personas y los bienes ocasionados en un accidente. Desde Legálitas explican que si se circulase sin tener concertado el seguro obligatorio, el vehículo podría ser inmovilizado y retirado al depósito municipal.

También es obligatorio tener la ITV en vigor. Circular con el vehículo sin pasar la inspección está tipificado como una falta grave, con una sanción de 200 euros si está caducada o 500 euros si no ha superado la revisión. Desde el pasado 1 de junio, la normativa de la ITV es más estricta. Ahora un fallo en el funcionamiento del sistema ABS de los frenos o un posible desprendimiento de los espejos retrovisores se considera como un defecto grave.