Competición
Los clásicos serán protagonistas en el próximo Dakar
El equipo español Mercedes Rumbo Zero, entre los favoritos a la victoria en esta especialidad de regularidad
Si el pasado enero se hizo historia para los clásicos con la primera edición del Dakar Classic, la edición del año que viene va a suponer el despegue definitivo de esta categoría. Los organizadores de la carrera van a tener que limitar el número de participantes ante la avalancha de inscripciones que están llegando a las oficinas de Paris. Y entre los que tomarán la salida, uno de los favoritos será el equipo Mercedes Rumbo Zero, que ya obtuvo este año un puesto en el podio.
Los organizadores han tenido que cierre el plazo de inscripciones antes de tiempo ante el gran número de solicitudes que llegaban y las limitaciones logísticas de esta competición. De todas formas, el equipo español ya tiene asegurada su participación. Esta formación está integrada por 7 tripulantes, 2 Mercedes-Benz G 320, de los años 1994 y 1995, 1 camión de asistencia. Con ellos ya recorrieron en la pasada edición más de 7.500 kilómetros por Arabia Saudita compitiendo en regularidad.
La diferencia entre el Dakar de competición y el de clásicos es que estos últimos compiten en la categoría de regularidad. Pero comparten con los líderes de los equipos oficiales la mayor parte del recorrido, los finales de etapa, las zonas de trabajo… y los magníficos escenarios de dunas, arena, piedras y todas las dificultades que reviven el espíritu de esta carrera como la pensó su creador Thierry Sabine en 1979. La del año 2022 será una edición auténtica y con una navegación exigente.
Antonio Gutiérrez, piloto del Rumbo Zero, declaró en la llegada que “esta es una gran carrera y vamos a repetirla. Esa es la mejor prueba de que estamos contentos” y seis meses después han cumplido su palabra, puesto que su inscripción en el Dakar 2022 ya es una realidad y, parece que no van a estar solos, ya que en las inscripciones para la edición de 2022 se han multiplicado por cinco el número de competidores en esta categoría, teniendo que cerrarse así el plazo antes de lo previsto por parte de la organización.
Este equipo español ha elegido el Mercedes G por su robustez y fiabilidad. Dos características esenciales para una prueba tan dura. De esta forma, dicen, tienen la tranquilidad de no tener que estar pensando en el vehículo, sino en los tiempos, la regularidad, el terreno, las dunas, etc. El Clase G de Mercedes-Benz es un icono de la automoción. Nacido en 1979 como vehículo de aplicaciones militares, continua fiel a su espíritu sin perder los valores que le vieron nacer. En 2018 salió la última versión, muy renovada en cuanto a confort y ayudas a la conducción, pero de nuevo manteniéndose fiel a su origen.
Convence en cualquier campo de aplicación -sea en carretera o campo a través- por su potencia, sus modernos sistemas de asistencia, sus sobresalientes propiedades de conducción y su seguridad. Por otro lado, el nuevo tren de rodaje, los programas de conducción, el «G-Mode» y los tres bloqueos de diferencial con una acción de bloqueo del 100% aumentan tanto el confort como la agilidad sobre cualquier terreno.
En su debut dakariano con los G, consiguieron meterse en el podio de su categoría H1 y un décimo puesto en la general, además de la experiencia de haber probado los vehículos en competición. Gracias a ello se han podido hacer los ajustes necesarios para tenerlos a punto el próximo diciembre cuando tengan que embarcarlos en Marsella rumbo a Arabia Saudí. En la regularidad lo que prima no es llegar el primero, sino respetar las velocidades medias indicadas y evitar la multitud de penalizaciones posibles, ya que de lo contrario se suman tiempos en el contador y se bajan posiciones en la clasificación.
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