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Abarth 500 eléctrico: más rápido que el 695
Abarth se suma a la electrificación del Grupo Stellantis con el primer modelo deportivo completamente “EV”. No podía ser otro que un FIAT 500 especialmente modificado. Pero la versión de Abarth va mucho más allá del 500e normal. El nuevo Abarth 500e hasta supera en prestaciones al 695 de combustión de 180 CV, demostrando que también hay “vida” en el mundo de la electrificación
El centro de pruebas y desarrollo del Grupo FIAT en Italia está centrado desde hace décadas en las enormes instalaciones de Balocco, en el norte de Italia. El mejor lugar para comprobar si la publicidad es cierta y el nuevo Abarth 500e es más rápido que sus hermanos de gasolina y con turbo. Se anuncia entre un segundo y segundo y medio la ventaja del coche eléctrico en diversas aceleraciones y, también, en velocidad de paso por curva.
En este tipo de cosas ya no soy escéptico: un motor eléctrico ofrece una aceleración fulgurante mientras la batería le aporte tensión suficiente. Y ésta, con su gran peso situado en el suelo, mejora el centro de gravedad de cualquier vehículo térmico. El nuevo 500e cuenta con dos ventajas adicionales: tiene una distancia entre ejes 2,4 cm más larga y –nada menos- que 6 cm más de anchura. Todo ello combinado explica la teórica mejora de prestaciones. Ahora hay que comprobarlo en la práctica. Abarth no ha construido un coche nuevo, se ha limitado a hacer una “preparación” (como siempre a lo largo de su historia) de un modelo de gran producción, sacándole la quintaesencia. Por tanto, en arquitectura mecánica es idéntico al FIAT 500e, con la misma batería y motor. Y con un excelente reparto de pesos, con un 57% en el tren delantero y un 43% en el trasero.
Sin embargo, los ingenieros de Abarth han conseguido extraer 114 kW (152 CV) y 235 Nm de par al motor eléctrico, que sólo pesa 60 Kg y funciona a 408 voltios de tensión. Y eso con la misma batería de serie, de 42 kW/h, refrigerada por agua, que pesa 295 Kg y ocupa todo el suelo del coche. Su autonomía oficial es de 265 Km (aunque es difícil bajar de un consumo de 20 kW/h a los 100 Km en conducción deportiva) y se puede recargar rápidamente con alimentadores de 85 kW (apenas 35’ para el 80% de su capacidad).
El Abarth 500e se caracteriza por un nuevo frontal y flancos decorados; y por su gama de colores estridentes y juveniles y se puede optar por la versión cerrada o descapotable de la misma carrocería. Sin embargo, el habitáculo es mucho más serio, donde predomina el color negro. Un elaborado salpicadero tapizado en alcántara, cómodos asientos, doble pantalla de información, escasos pulsadores salvo en el volante… Todo muy deportivo, pero también elegante y hasta lujoso en la versión “Turismo”. Cuenta con imponentes ruedas de 17 o 18” (Bridgestone 205/40/18 en nuestra unidad de pruebas), con notables frenos y con fuerte sistema de regeneración, que permite el “one-pedal” en dos de los tres modos de conducción disponibles (Turismo, Scorpion Street y Scorpion Track). La velocidad máxima es de 155 Km/h y la aceleración promete ser fulgurante.
Uno de los trazados de Balocco sirvió como pista de pruebas para comparar el Abarth 695 turbo de gasolina con el nuevo 500e. Efectivamente, el “turbo-lag” en la aceleración y la batalla más corta hacen la versión térmica (aun con más caballos) menos efectiva que la eléctrica. El Abarth 500e acelera más rápido y, su batalla larga y mejor centrado de masas, le permiten ser más ágil y tener mayor velocidad y aplomo en paso por curva. Prueba superada: aunque aún nos guste más la “patada” del turbo y el cambio manual, hay que rendirse a la evidencia de que el eléctrico es más rápido… hasta que tiene que recargar la batería, naturalmente. Para no perder ni un ápice del ADN de la marca, se ha dotado al coche de un “Sound Generator”, con altavoz exterior y simulador del escape “Record Monza” típico de Abarth. El sonido es muy realista, aunque le falta el escalonamiento de las marchas –es única- y también las reducciones.
En ciudad y carretera, el Abarth 500e es impecable. Suave y progresivo, agresivo cuando cambiamos de “modo”, muy práctico e intuitivo empleando el “one-pedal” (que casi no requiere tocar el freno ni en zona de curvas). Con unos tarados de suspensión bastante confortables y altamente silencioso, si anulamos el “Sound Generator”. Sin duda, por su estética, no es un coche para pasar desapercibido y sí para divertirse al volante.
Abarth comercializa su nuevo 500e en sólo dos versiones: la “estándar” y la “Turismo”, mejor equipada. La serie limitada de lanzamiento, denominada “Scorpioníssima”, ya está descatalogada. Ahora está disponible con carrocería cerrada y techo de cristal o descapotable con capota de lona. Y en una gama de cinco vibrantes colores (rojo, negro, blanco, amarillo y azul). Tan sólo hay dos precios, ya que los equipamientos son cerrados: 42.600 y 45.600 euros. Y ya pueden hacerse pedidos en los concesionarios españoles.
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