DGT

El año pasado murieron 1.145 personas en las carreteras españolas, sólo tres menos que en 2022

Tráfico no logra hacer descender la siniestralidad pese al aumento de las multas. Suben las cifras de mortalidad infantil y motoristas

El número de fallecidos en las carreteras españolas durante el pasado año han ascendido a 1.145 personas, solo tres menos que las registradas oficialmente en 2022. Pero muchas más que las registradas en 2019, en donde solo murieron 1.098 personas. Pese al incremento de radares y otras medidas para incrementar las multas a los automovilistas, la DGT no logró alcanzar sus objetivos de descenso de la siniestralidad en carreteras. Se nota, sin embargo, un fuerte incremento de la mortalidad infantil y de los motoristas.

Entre los datos oficiales facilitados destaca el aumento del número de accidentes mortales, el incremento de la mortalidad infantil, que han sido 21 víctimas más que el año anterior, y que en tres de cada cuatro fallecidos hayan sido en vías convencionales. Asimismo, es alarmante el incremento de los motoristas fallecidos, 45 más que en 2022. Asimismo, sigue siendo preocupante el número de personas que perdieron la vida en carreteras convencionales, 849, lo que representa el 74% del total, 21 más respecto al año anterior. Además, cabe destacar los datos de siniestralidad por salidas de vía, causantes del 42% de fallecimientos.

La Fundación del Real Automóvil Club de España considera inasumibles estas cifras de siniestralidad vial y considera que la falta de mantenimiento y la escasa inversión en este tipo de infraestructuras no ayuda a la reducción de la siniestralidad vial. Pero, además, el incremento de impuestos por el uso de las autopistas de peaje, que ha comenzado a aplicarse el pasado uno de enero, supone una nueva carga para el bolsillo de los conductores y, además, comporta un incremento del riesgo vial al obligar a muchos usuarios a buscar vías alternativas más peligrosas como las que conforman la red secundaria.

En cuanto a los usuarios vulnerables fallecidos, han aumentado un 9%, situándose en 463, es decir, 38 más que el año anterior. Es especialmente alarmante la cifra de motoristas fallecidos, que se ha incrementado hasta alcanzar los 286, siendo el colectivo cuya siniestralidad es cada vez mayor desde hace más de una década. Asimismo, sigue siendo elevada la cifra de ocupantes que viajaban en turismo y furgoneta y no llevaban el cinturón de seguridad en el momento del accidente (138 en 2023 frente a 142 del año anterior), que 9 ciclistas y 8 motoristas no llevaban casco en el momento del siniestro, y el incremento de la mortalidad infantil, que registró 21 fallecidos, la segunda mayor cifra desde 2014.

Por todo ello, desde la Fundación RACE se reclama, una vez más, activar acciones efectivas de formación, información y concienciación para los automovilistas, motoristas y usuarios de la vía sobre las consecuencias de la no utilización de los elementos de seguridad, y del incumplimiento de las normas de movilidad y seguridad vial. A juicio de esta fundación, incrementar la inversión en vías convencionales, potenciar el uso de las autovías y autopistas, apostar por la formación y concienciación de los automovilistas, e incentivar la modernización del parque automovilístico, cuya media de edad ha aumentado hasta superar los 14 años, siguen siendo los cuatro pilares fundamentales para reducir la siniestralidad vial en nuestras carreteras.