Aprende a reconocer las cámaras en los semáforos y evita que te pongan una multa

Los semáforos aparecieron por primera vez en la segunda mitad del siglo XIX, coincidiendo con la puesta en marcha de los primeros trenes. En aquella época, el ferrocarril había experimentado un auge tremendo y se empezó a hacer necesario incluir algunas regulaciones para evitar así los accidentes. El primer semáforo lo diseñó el ingeniero inglés John Peake Knight. Era un sistema de señales muy sencillo que los maquinistas podían reconocer a varios metros de distancia, asegurando una buena circulación entre las vías.

Aquellos semáforos no tenían luces, sino que utilizaban brazos para señalizar “Stop” con la posición horizontal y “Circule” con la posición inclinada. Los primeros semáforos en carretera todavía tardarían un poco más en llegar. En aquel momento todavía no había demasiados coches en las carreteras de ningún país del mundo, así que se toleraba cierta espontaneidad y cierto vacío regulatorio.

En realidad, los semáforos no fueron necesarios hasta el 1908, que es cuando Henry Ford puso a la venta su legendario “Ford T”. A partir de entonces, una gran masa de personas podría permitirse -por primera vez- la compra de un vehículo utilitario a un precio bastante asequible. La contrapartida de aquello es que aparecería un fenómeno desconocido hasta entonces: el tráfico.

El primer semáforo se instaló el 5 de agosto de 1914 en Cleveland. Aquel semáforo consistía en un poste en forma de T que indicaba tres distintas posiciones: “Stop”, “Circule” y “Stop en todas direcciones”. Con esta tercera posición paraba el tráfico en toda la intersección para permitir que los peatones cruzaran la calle con seguridad.

Las cosas han cambiado mucho desde entonces. El cambio más llamativo es que ahora los semáforos se rigen por un código de tres colores que nos dice cuándo debemos parar y cuándo debemos continuar nuestro camino. Y la mayoría de nosotros obedecemos sus órdenes sin dudarlo. De hecho, el poder de los semáforos en las carreteras españolas está más que establecido, mucho más que el de otras muchas señales menos imponentes… como los ‘stops’, por ejemplo.

Sin embargo, la Dirección General de Tráfico considera que la disciplina a la hora de detener nuestro vehículo en los semáforos no es suficiente. Por eso incluye nuevos sistemas de vigilancia en los semáforos, para controlar que ningún conductor desobedece a la luz roja. Y debemos andarnos con cuidado, porque un pequeño descuido puede salir muy caro. Concretamente, la sanción económica es de 200 euros y está acompañada de la retirada de 4 puntos del carnet de conducir.

¿Cómo identificar si un semáforo tiene una cámara?

Los semáforos con cámara capturan dos fotografías para verificar si un vehículo ha infringido las normas de tráfico. En primer lugar, se toma una fotografía antes de que el vehículo se detenga en la línea de detención y se toma una segunda cuando el vehículo ha cruzado la línea de detención sin que la luz del semáforo haya cambiado a verde.

Con el registro de ambas fotografías, se puede determinar si el conductor ha pasado el semáforo en rojo u ha incurrido en alguna otra infracción, aunque a veces se utiliza una cámara infrarroja adicional para identificar la matrícula del vehículo involucrado y facilitar la identificación del infractor.

Algunos de estos semáforos con cámara están claramente señalizados. Algunos ayuntamientos prefieren infundir un poco de temor en los conductores en lugar de simplemente imponer multas, porque con eso evitarán la infracción de tráfico en el corto plazo, con la amenaza para la seguridad vial que eso supone. Sin embargo, esto no ocurre en todos los municipios… ni con todos los semáforos con cámara.

Para determinar si un semáforo tiene una cámara instalada, hay varios indicadores que puedes observar. Primero, dirige tu mirada hacia la parte superior del semáforo. Si ves una pequeña caja o una lente en esa área, es muy probable que el semáforo esté equipado con una cámara de vigilancia. Sin embargo, ten en cuenta que las cámaras también pueden estar ubicadas en postes o cajas cercanas, apuntando hacia el semáforo para capturar imágenes.

Además, otra pista que puedes buscar para detectar la presencia de una cámara es la presencia de cables o antenas cerca de la señalización del semáforo. Por lo general, las cámaras de los semáforos están conectadas a un sistema central de monitoreo que permite a las autoridades supervisar el tráfico y garantizar la seguridad vial.