Prueba
Audi Q6 e-tron, un paso más en la electrificación eficaz
Cuenta con versiones de uno o dos motores eléctricos que le proporcionan una potencia de hasta 517 caballos y una autonomía de 639 kilómetros
Los fabricantes están evolucionando rápidamente en el campo de los coches eléctricos para que puedan ser verdaderamente útiles en la vida diaria. Un esfuerzo que pasa por crear automóviles con altas prestaciones y baterías con una autonomía que sirva para afrontar largos viajes sin preocupaciones. El último ejemplo es el Q6 e-tron de Audi, que dentro de su gama ofrece diferentes niveles de potencias y autonomías, todas ellas suficientes, y asimismo la posibilidad de tracción trasera o de cuatro ruedas motrices.
Este logro es fruto de años de trabajo e I+D, ya que hay que recordar que esta marca alemana comenzó su serie eléctrica denominada e-tron hace ya más de seis años. Ahora, con este nuevo Q6 estrena una nueva plataforma con mayor capacidad de energía. Una base que le servirá además para el desarrollo de otros modelos de su gama, como la futura berlina A6. Y no será la única novedad de la firma de los cuatro aros que anuncia para noviembre la llegada de su nuevo A5, pero este presentará una plataforma mixta que puede admitir motores de combustión y que tendrá carrocerías Avant y Sportback y que se completará con el Q5.
Con ello, Audi busca llegar a todos los compradores y adaptarse a las necesidades de cada cual. Para ello ha creado una plataforma que asesora a los clientes, a través de un test de siete preguntas, sobre el tipo de motorización más adecuado para cada caso y así elegir acertadamente entre eléctrico, combustión o hibridación. Este Q6, que en un futuro tendrá una versión de altísimas prestaciones bajo las siglas RS, es, como hemos señalado, únicamente eléctrico. Para ello confía en uno o dos motores, instalados en cada uno de los ejes. Con esta solución podemos elegir entre la tracción trasera o las cuatro ruedas motrices. Y es que, su plataforma es muy versátil, con anchura y altura regulables, lo que le será útil para servir de base a varios modelos. Una tecnología punta que rebaja el peso en un 15% y el tiempo de carga en un 30%, utilizando motores eléctricos más compactos y eficientes. De esta forma, es capaz de recuperar la energía de sus baterías entre el 10% y el 80% en 21 minutos y, si solo disponemos de 10 minutos, podemos acumular carga para recorrer 255 km, siempre que utilicemos uno de los cargadores potentes.
Tuvimos la ocasión de conducir este Q6 en un recorrido mixto de autopista y carreteras de montaña y las impresiones fueron magníficas. Aunque el conjunto supera ampliamente en la báscula las dos toneladas, su comportamiento en carretera de curvas se acerca a las reacciones de un deportivo, con una estabilidad que sorprende a pesar de sus dimensiones y unas aceleraciones impresionantes. Y es que, pasa de cero a cien en unos cinco segundos y mantiene la estabilidad en las curvas sin moverse de la trayectoria fijada. Aunque el cambio es automático, podemos utilizar las levas del volante para conseguir una frenada más progresiva, regenerar energía y aumentar la retención.
Dentro de la oferta de Audi, este Q6 puede adquirirse en diferentes versiones. Las de dos ruedas motrices tiene una potencia de 250 o 300 caballos, mientras que en los de cuatro ruedas motrices se puede elegir entre 387 o 516 caballos, y en su versión Performance puede alcanzar los 639 kilómetros de autonomía. Tiene como terminaciones Advance, S-Line, Black Line y SQ6. En todos ellos nos encontramos un conjunto que, en carretera, se comporta como un coche de menor tamaño. Estamos conduciendo un SUV grande, como lo acreditan sus dimensiones, pero no lo parece por sus reacciones. Mide 4,77 de largo por 1,93 de ancho y 1,64 de alto y ello se deja sentir en el espacio del interior, para cinco plazas grandes y sin apreturas gracias a los 2,90 metros de distancia entre ejes. En su maletero podemos meter 526 litros de carga y contamos, además, con unos 64 litros bajo el capó delantero, ideal para guardar los cables de recarga. Además, tiene una capacidad de remolque de 2.400 kilos.
Por lo que se refiere a su estética, el Q6, que aporta importantes variaciones respecto a sus versiones precedentes es, sobre todo, un coche que destaca por su elegancia tanto por su diseño como por la innovación en un capítulo tan importante como las luces, situadas en la parte superior, la gran parrilla frontal, las entradas de aire para refrigeración de las baterías o las aletas sobredimensionadas con llantas de hasta 21 pulgadas. La parte trasera tiene el pilar D inclinado y va descendiendo con cierto aire de coupé, acrecentado por el deflector situado casi sobre el maletero.
En el interior encontramos una terminación de gran calidad, donde destacan dos pantallas curvadas juntas de 11,9 y 14,5 pulgadas, además de una tercera frente al copiloto, en la que puede incluso ver películas. Los asientos pueden incorporar altavoces Bang&Olufsen en los reposacabezas. Como en todos los coches de altísimo nivel, las funciones se controlan por la voz, dispone de ChatGPT y todas las ayudas a la conducción disponibles en los coches de máxima categoría tecnológica. En sus diferentes versiones, el Q6 se vende a un precio que oscila entre los 71.990 y los 104.900 euros del S o, si se prefiere, con la fórmula renting de 14.727 euros de entrada y 695 al mes durante 36 meses.
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