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DGT

Esta acción en la carretera puede tener consecuencias muy graves: multas de hasta 1.200 euros

Con el lema 'Lo hacemos por tu seguridad', Tráfico ha lanzado una campaña de concienciación que busca apelar a la responsabilidad individual

Control de la Guardia Civil de Tráfico Guardia CivilGuardia Civil

Es frecuente que los conductores se avisen entre ellos cuando detectan la presencia de un control policial. Ya sea con ráfagas de luz o mediante mensajes en redes sociales y aplicaciones de tráfico, este comportamiento se ha instalado como una especie de código no escrito. Sin embargo, lo que muchos no consideran es que este acto, en apariencia inocente, puede derivar en sanciones severas y tiene implicaciones legales y de seguridad que van mucho más allá de la multa.

El uso de luces largas para advertir de un control no está contemplado como una señal reglamentaria. Según el Reglamento General de Circulación, emplear señales luminosas sin un motivo justificado (como advertir de un peligro real o facilitar un adelantamiento) puede suponer una infracción leve. En estos casos, la sanción puede alcanzar los 100 euros. Pero si se prueba que la intención era obstaculizar la labor de la autoridad, la multa puede multiplicarse.

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha endurecido su postura en los últimos años. Lejos de tratarse solo de una cuestión normativa, el organismo insiste en que avisar de la presencia de controles compromete seriamente la eficacia de las medidas destinadas a prevenir conductas peligrosas, como la conducción bajo los efectos del alcohol o las drogas.

Aplicaciones como Waze, SocialDrive o incluso grupos de mensajería como WhatsApp se han convertido en canales habituales para compartir la ubicación de controles. Aunque informar sobre el estado del tráfico no es ilegal, sí lo es difundir de forma explícita dónde se sitúan los puntos de control de drogas o alcohol.

La nueva Ley de Tráfico es clara al respecto: queda prohibido difundir por cualquier medio, público o privado, la localización de dispositivos policiales vinculados a la seguridad vial. Las sanciones, en función de la gravedad del caso, pueden alcanzar los 1.200 euros.

Desde la DGT y la Policía Nacional se recuerda que no todos los controles responden únicamente a la vigilancia del consumo de alcohol o drogas. En muchos casos, las patrullas están desplegadas por razones más amplias: localización de sospechosos, prevención de delitos o identificación de vehículos robados. Avisar de su ubicación, además de ilegal, puede entorpecer operaciones policiales en curso y facilitar la huida de personas buscadas.

Con el lema 'Lo hacemos por tu seguridad', Tráfico ha lanzado una campaña de concienciación que busca apelar a la responsabilidad individual. Más allá de las multas, el objetivo es fomentar una cultura de colaboración y respeto por las normas como base para reducir los accidentes y proteger vidas.