Prueba
Ford Bronco, el Mustang del todoterreno
Está a la venta en España con dos variantes y un precio que arranca en 86.000 euros
Hacerlo de Bronco es hablar de un icono en la historia del automóvil y, concretamente, del mundo del todoterreno, hoy reducido a una exigua representación acorralada por los usos descafeinados de estos automóviles. Para los amantes de los poderosos 4x4, el Ford Bronco supone algo parecido a hablar de un Mustang en el mundo de las berlinas deportivas con músculo, porque sus argumentos técnicos no dejan lugar a las dudas.
El Bronco es un todoterreno con mayúsculas que llega a Europa por primera vez, aunque se trata de un modelo que está en el mercado desde 1966 con un diseño que ha sido revitalizado para mantener los poderosos rasgos esenciales del modelo.
Nadie queda indiferente al paso de un Ford Bronco, un modelo concebido originalmente para afrontar cualquier terreno, que con el paso del tiempo ha mejorado sus aptitudes sobre asfalto y fuera de él, además de un poderoso aspecto actualizado a los cánones actuales, pero conservando esos rasgos que le han hecho icónico.
Ford trae el Bronco a los mercados europeos, entre ellos el español, en cantidades limitadas en dos variantes, una básica bajo la denominación Outer Banks con mejores aptitudes ruteras, y otra con preparación off-road bajo el nombre Badlands, que mejora la natural aptitud todoterreno del modelo.
El básico y el extremo se diferencian por algunos detalles estéticos y algunos técnicos, como los neumáticos específicos para el off-road o la suspensión Bilstein, que configuran para este Bronco una mayor altura de la carrocería que no impide, pero dificulta levemente subir al habitáculo.
El diseño, salvo los detalles de una u otra variante, trata de rememorar la primera generación de este modelo, con un frontal hoy caracterizado por una luz día que da más carácter y una iluminación LED general que moderniza las poderosas facciones de la carrocería desde cualquier ángulo de observación.
El interior, lavable, responde a los estándares de un todoterreno de gama alta y, de igual forma, trata de evocar el ambiente del original, con la salvedad de la abundante tecnología embarcada, cuya máxima expresión se irradia a través de una amplia pantalla central de 12 pulgadas y una de 8 pulgadas para los datos de conducción frente al piloto. Como curiosidad, a través de la pantalla central se pueden visionar los cuantiosos videos almacenados en el sistema, en alta definición, que explican el funcionamiento de todos los sistemas y el modo de conducir un todoterreno con eficacia.
El Bronco, construido sobre un chasis de acero de alta resistencia con siete travesaños, exhibe otra particularidad, la de poder desnudar la carrocería. Techo, en cuatro porciones, y puertas, pueden ser desmontados en distintas variaciones, lo que le confiere un aspecto aún más radical.
En ambas versiones, el Bronco está equipado con el motor EcoBoost V6 de 2.7 litros, que rinde una potencia de 335 caballos y un par de 563 Nm que facilita mucho la conducción extrema fuera del asfalto, además de avanzada tecnología todoterreno contenida en el paquete Trail Toolbox, que llega a permitir hasta siete modos de conducción.
El motor atmosférico está gobernado por una transmisión automática de diez velocidades que genera una conducción suave y una optimización del par, hasta el punto de que en el modo de bajo régimen se puede circular a 6 km/h con el motor a 2.400 rpm, lo que garantiza un control preciso que reduce la probabilidad de calarse en terrenos complejos.
La versión Outer Banks está equipada con una caja de transferencia electrónica de dos velocidades que permite cambiar entre marchas largas y cortas con solo pulsar un botón, en tanto la variante Badlands equipa una caja de transferencia electromecánica de dos velocidades con modo automático que puede alternar la tracción a dos ruedas y a las cuatro ruedas en función de las condiciones del terreno. Esta versión dispone, además, de un diferencial delantero bloqueable y un sistema de desconexión de la barra estabilizadora delantera para lograr la máxima articulación en situaciones difíciles.
Con 4,81 metros de largo, el Bronco exhibe unas cotas todoterreno difíciles de encontrar en vehículos de serie sin la preparación de los especialistas. La altura de vadeo, de 80 centímetros, ya dice mucho de su capacidad de superación de obstáculos.
El Ford Bronco llega a Europa como un todoterreno de gama alta y lo dice el precio de las dos variantes disponibles. La más barata Outer Banks está en 86.900 euros y la extrema Badlands en 91.500 euros.
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