Mustang Mach-E: el mito deportivo ahora con motor cien por cien eléctrico

Hace medio siglo el panorama de automóviles deportivos estaba dominado por las grandes marcas europeas como Ferrari, Porsche, Alpine, etc… y solo algunos modelos americanos podían discutir su supremacía. Uno de ellos era el Mustang, el gran coupé deportivo de Ford que popularizó su imagen del caballo galopando. Ahora todo ha cambiado y en la nueva era de coches eléctricos, el Mustang actual ha cambiado su fisonomía hacia un diseño de un automóvil SUV, siguiendo las últimas tendencias de diseño preferidas por los compradores. Y sus motores eléctricos, en la versión más deportiva, la GT, alcanzan hasta 487 caballos. Una cifra nada despreciable.

La nueva generación del Mustang, concretamente la séptima, es ahora un automóvil de grandes dimensiones, con una longitud de 4.71 metros que se complementa con una anchura de 1,81 y una altura moderada, ya que se limita a 1,59 metros. Y todo ello con una distancia entre ejes que, con casi tres metros, concretamente 2,98, asegura una gran habitabilidad interior. Espacio más que suficiente para que viajen cinco pasajeros grandes sin estrecheces y, además, con un amplio maletero al que se accede a través del amplio portón posterior. En este hueco posterior caben algo más de cuatrocientos litros de carga y se complementa con otro en posición delantera que aporta otros ochenta y que tiene desagüe por si tenemos que cargar objetos mojados.

La estética de su carrocería nos recuerda en buena parte a sus antecesores coupés, como, por ejemplo, al mirar el largo capo delantero con sus nervaduras, o el caballo galopando en el centro de su frontal que, al ser eléctrico, no tiene un radiador central, sino una toma de aire en la parte baja. Destacan sus faros led muy estilizados y las llantas de hasta 20 pulgadas en la versión GT. Todos los aficionados recordarán los tres faros posteriores tan característicos del icónico modelo. Y junto a estos detalles de la tradición de la marca, otros ponen de manifiesto la modernidad de sus sistemas. Lo vemos incluso antes de entrar en el coche ya que, para abrir la puerta debemos pulsar un botón y, en el montante del cristal encontramos unos números que permiten programar un código de apertura personal para el propietario. Ofrece hasta siete colores diferentes de carrocería.

En el interior se pone de manifiesto, en el primer golpe de vista, la vocación de digitalización de esta nueva era de Mustang. Toda la parte central está ocupada por una gran pantalla de enormes dimensiones a través de la cual el conductor puede regular no solo las conexiones a diferentes sistemas de información y entretenimiento, sino a las diferentes regulaciones del coche, de forma que los botones de control han desaparecido casi totalmente y se reducen a la rueda que regula el cambio y poco más. Mientras el funcionamiento básico se observa en una pantalla frente al volante de diez pulgadas, la central aumenta el tamaño hasta más de quince. En la parte baja una rueda ajusta el sonido de la radio hasta llegar a un volumen de audio impresionante y también se incluye una zona para recargar teléfonos móviles y toma USB.

Sentado en los cómodos butacones de cuero, el conductor puede regular diferentes tipos de conducción que alargan o disminuyen la autonomía en función del incremento de las prestaciones. Porque en el modo Sport ofrece aceleraciones fulgurantes, mientras que el modo más Eco asegura una mayor autonomía y una conducción agradable y suficientemente rápida. El fabricante ofrece diferentes niveles de motorización por un precio que se sitúa entre los cincuenta mil y los setenta y dos mil euros según versiones y la tracción, que puede ser de dos o cuatro ruedas motrices. En todos los casos, la velocidad punta se limita a unos suficientes 180 por hora. Las potencias oscilan entre los 269 y los 351 caballos y, a pesar de un peso del orden de las dos toneladas, pasa de 0 a 100 en menos de siete segundos y la autonomía puede extenderse hasta los 610 kilómetros. Como es habitual, dispone de todos los sistemas conocidos de ayuda a la conducción y las baterías cuentan con una garantía de ocho años o 160.00 kilómetros.