Seguridad Vial

Este invento promete acabar con los conductores kamikaze

La patente está en proceso, pero se espera que reduzca significativamente el número de accidentes causados por conductores kamikaze

El conductor kamikaze fue detenido por la Guardia Civil
El conductor kamikaze fue detenido por la Guardia CivilGUARDIA CIVILGUARDIA CIVIL

En los últimos años, el fenómeno de los conductores kamikazes ha dejado una estela de tragedias en nuestras carreteras. Estos conductores, a quienes también se les conoce como conductores en conducción contraria (según la Dirección General de Tráfico) desafían una de las normas de tránsito más fundamentales: circulan en sentido contrario a la marcha. Esta terrible imprudencia ha resultado en un promedio de 130 accidentes anuales en la última década, de los cuales 25 han sido mortales.

Innovación en seguridad vial

La mayoría de los conductores kamikazes lo hacen por un despiste o por un error en la señalización. Sin embargo, también están los conductores que se convierten en kamikazes por el mero hecho de sentir emociones fuertes o como consecuencia del consumo de drogas o alcohol. En cuanto a los conductores que conducen en el sentido contrario a la marcha con la intención de quitarse su propia vida, estos son un porcentaje ínfimo en comparación con las otras causas.

Kamikaze en la A-6
Kamikaze en la A-6Emergencias Madrid

El hecho de que la primera intención de estos conductores kamikazes no sea, en la mayoría de los casos, colisionar contra nosotros, implica que si tiene la oportunidad, tratara de esquivarnos. De ahí que lo mejor que podemos hacer en esta situación es situarnos en el carril derecho. Al parecer, estos conductores suelen circular por el carril izquierdo, así que no sólo tendremos eso a nuestro favor, sino que además podremos salirnos de la calzada en caso de necesidad.

Afortunadamente, existe un invento que promete acabar con los conductores kamikaze de una vez por todas. Su creador es un empresario oriundo de Laxe (A Coruña) llamado José Manuel Prieto y su invención es "una plataforma retráctil de polímeros elastómeros o de metal que permite la salida de los vehículos que circulan de forma correcta, pero impide la entrada de aquellos que intentan acceder en sentido contrario al de la circulación".

La patente está en proceso desde el 1 de agosto, pero desde autobild explican que hay muchas esperanzas de que siga adelante y pueda reducir significativamente el número de accidentes causados por conductores que circulan en sentido contrario, ya sea intencionalmente o por accidente. Además de la nueva barrera para evitar que los conductores kamikazes ingresen a vías de sentido contrario, también destaca otro de los inventos realizados por el gallego: el PeATO.

Se trata de un método que evita atropellos en los pasos de peatones y consiste en un mecanismo de bolardos conectados a un semáforo. Estos bolardos se levantan con el semáforo en rojo para evitar que los coches y otros vehículos puedan seguir avanzando y se cierran automáticamente cuando la luz se pone en verde. Gracias a esta técnica desarrollada en el año 2009, se logró reducir significativamente el número de atropellos en pasos de peatones.

¿Cuál es el castigo por conducir en sentido contrario?

Circular en sentido contrario está considerado como una infracción muy grave en el Reglamento General de Circulación, y como tal, está sancionado con una multa de 500 euros y la retirada de seis puntos del carné de conducir. Ahora bien, en el caso de un conductor kamikaze, la cosa no se suele quedar ahí, porque la pena se endurece considerablemente cuando existe temeridad.

El conductor kamikaze fue detenido por la Guardia Civil
El conductor kamikaze fue detenido por la Guardia CivilGUARDIA CIVILGUARDIA CIVIL

Cuando la forma de conducir puede generar un riesgo o peligro para el propio conductor, para los ocupantes del vehículo y para el resto de usuarios; o cuando esta conducta va unida a un consumo de alcohol por encima de los límites, se considera conducción temeraria y está considerado un delito grave. El artículo 380 del Código Penal establece penas de cárcel de seis meses a dos años y la prohibición de conducir vehículos a motor por tiempo superior a uno y hasta seis años.

Y si además de todo lo anterior, si la forma de conducir del conductor en cuestión mostrase desprecio por la vida de los demás y pusiese en un peligro concreto la integridad física del resto de ocupantes del vehículo y usuarios de la vía, entonces se expondría a una pena de prisión de dos a cinco años, así como la retirada del carnet de conducir durante un periodo no menor a los 6 años y hasta los diez años.