T-Cross 2024: mejor todavía

Si tenemos en cuenta que la mayor parte de todos los coches que se venden en España y en Europa son SUV y que este modelo en concreto, fabricado íntegramente en la factoría de Navarra para todo el continente, supone el segundo más vendido de la marca que en breve cumplirá los tres cuartos de millón de unidades nacidas en Landaben desde que se lanzó el modelo en 2018, podemos hacernos idea de lo que supone el T-Cross en la economía de Volkswagen, de la zona y, cómo no, de España.

Con ese historial, los creativos de VW tenían claro que merecía una cura de rejuvenecimiento y de imagen, ahora acercándolo al cliente joven y que busca ese factor pasional a la hora de comprar un «coche para todo».

De hecho la marca reconocía haber escuchado atentamente a sus clientes para realizar los cambios que sirviesen para reforzar la imagen de este modelo renovando su diseño, mejorando su infoentretenimiento y aportando mayor calidad a sus interiores tanto en el aspecto como en el tacto, ahora más cerca de los modelos tope de gama de la compañía, tanto en el salpicadero, como en los guarnecidos de las puertas, sin olvidar otros aspectos fundamentales cómo el espacio interior, la economía de sus motores y la seguridad activa y pasiva, ya reconocida al máximo nivel.

La idea de juventud y máxima utilidad está refrendada por su tamaño contenido, con una longitud de 4.13 m. aunque su gran espacio interior permite incluir a cinco personas con comodidad y con cierto equipaje, pues su maletero oscila entre los 385 y los 466 litros de carga gracias a su banqueta trasera desplazable adelante y atrás 140mm. Con el T-Cross en nuestras manos recorrimos un trazado urbano, de autovía, de carretera convencional y de alta montaña, resolviendo con nobleza y exactitud todos los requerimientos que le fuimos proponiendo. Aunque no es un coche de utilización deportiva, se muestra bastante ágil en este último escenario y se desenvuelve bien en el resto, del que destacaríamos su buena adaptabilidad a las zonas urbanas. Además de por sus rotundos colores, nada más tenerlo ante los ojos nos damos cuenta del cambio de imagen que, además obedece a mejoras tecnológicas. Faros LED, una línea de luz que recorre todo el frontal y el logo VW iluminado lo hará ahora inconfundible. Al introducirnos en su interior vemos que se respira un clima mucho más moderno y acogedor como decíamos, en parte, debido esa mejora en sus materiales y acabados y, a nada que indaguemos un poco en los elementos a nuestro servicio descubrimos un asistente en viaje que contempla desde límites de velocidad, hasta rotondas, cruces o curvas. ADAS como el asistente de cambio de carril con sistema de guiado, de aparcamiento con control frontal y lateral, además de cámara de visión trasera, detector de ángulo muerto, o un novedoso control por voz, aunque nuestra vista se vaya al centro del salpicadero, presidido por una pantalla frontal que puede variar entre 8 y casi 10” en función de la versión de fácil manejo y muy intuitiva y App Conect de serie.

Cuatro serán las versiones de este nuevo T-Cross: Life, Más, y R-Line y dispondrán de una gama de tres motores disponibles, todos de gasolina y con turbo. Una de mil centímetros cúbicos y 95 cv, o de 115 cv y otra de mil quinientos que rendirá 150 cv. y con cambio manual o automático DSG, este último una de las grandes virtudes de Volkswagen. El nuevo T-Cross ya lo tenemos disponible en los concesionarios a partir de 21.950 en modelo TSI de 95 cv y cambio manual de 5 marchas si incluimos las campañas.