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Vuelve el deportivo descapotable

La tercera generación del BMW Z4 nos acerca al placer de los largos viajes a cielo abierto

Vuelve el deportivo descapotable
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La tercera generación del BMW Z4 nos acerca al placer de los largos viajes a cielo abierto

Los coupés descapotables de dos plazas hicieron furor en los años sesenta, sobre todo en Gran Bretaña. Marcas hoy desaparecidas, como Triumph, MG, Sumbeam, Austin... nos hicieron disfrutar, con sus preciosos diseños y sus motores normalmente no muy potentes, de un tipo de viaje divertido y placentero y de una conducción deportiva. BMW ha logrado recrear este espíritu en la serie Z, con una gama que ha hecho historia. Todos los seguidores de la marca bávara recordamos como los Z1, Z3, el maravilloso Z8 que ya es un modelo de colección, o el Z4, cuya última evolución comentamos hoy. Previamente los 328 o los 507 se incluyen entre los coches más apreciados de la automoción.

Tras más de doscientos mil ejemplares vendidos del Z4 desde su lanzamiento, llega ahora la tercera generación de este modelo que es más amplia y con un frontal más ancho en el que destacan los característicos riñones de la marca que forman en radiador delantero. La zona posterior ha variado asimismo y ahora nos recuerda a la del Z8, con un final de “cola de pato” para mejorar la aerodinámica. Todo el conjunto es más ancho y más largo que la versión anterior. Este nuevo Z4 disfruta de un reparto de pesos perfecto, 50/50 en cada eje y un maletero de 281 litros donde cabe el equipaje de una pareja para un fin de semana. La capota, que se puede activar en movimiento y se despliega hasta a una velocidad de 50km/h., tarda sólo 10 segundos en realizar la operación.

Una vez en marcha, este coupé resulta tremendamente divertido de conducir, con una suspensión confortable pero que tiene la dureza necesaria para poder disfrutar de una conducción deportiva en carreteras de curvas. Su tracción trasera hace que la parte posterior nos ayude a meterlo en las curvas más cerradas y su estabilidad en curvas rápidas en firme y sin sobresaltos, incluso cuando lo utilizamos muy por encima de los límites establecidos. La caja de cambios automática de 8 velocidades, con levas en el volante, se muestra muy eficaz tanto en conducción deportiva como para la utilización en viajes por autopistas. En la utilización diaria por ciudad, el automático es la mejor opción para despreocuparse.

Se ofrecen tres posibilidades de motorización. El más asequible es el cuatro cilindros 2,0 de 197 caballos, que cuesta 48.900 euros. El paso siguiente nos lleva al 3,0 de 258cv., con un precio de 56.300 euros y la cumbre de la gama, el denominado M4,0, es unos seis cilindros de cuatro litros, cuya potencia asciende hasta los 340 caballos y que se puede adquirir por 70.750 euros.