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Fiat Tipo: la funcionalidad, la sencillez y la personalidad cumplen treinta años

Fiat Tipo: la funcionalidad, la sencillez y la personalidad cumplen treinta años
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Con el espíritu y la conciencia de un joven de treinta años, el Fiat Tipo se enfrenta hoy a los desafíos del futuro sabedor de su éxito en el crucial segmento C, que la marca Fiat siempre ha protagonizado.

El 26 de enero de 1988 debutó el Fiat Tipo, heredero del Fiat Ritmo, que a su vez reemplazó al Fiat 128. Desde el 1100 en adelante, los vehículos compactos Fiat han acompañado a las familias italianas, pero también se han acompasado a la evolución social y económica de Italia y de toda Europa. Desde el principio resultó ser una excelente opción para muchos jóvenes profesionales, padres de familia que buscaban un producto concreto y moderno a la par de elegante.

El Fiat Tipo de hace treinta años surgió de un proyecto innovador en todos los sentidos. Los ingenieros de Fiat concibieron un modelo capaz de ofrecer un alto nivel de facilidad de conducción, prestaciones, confort y seguridad, sin renunciar a nada, y se centraron como nunca en los aspectos ergonómicos. El Fiat Tipo destacó por su precisión constructiva, gracias a tecnologías de producción innovadoras, y por sus materiales excelentes que garantizaban calidad y fiabilidad. Así pues, un automóvil apreciado por su funcionalidad, sencillez y personalidad.

Estas características se pueden encontrar en el Fiat Tipo actual, que se basa en el espíritu de su predecesor. De hecho, es una mezcla sin precedentes de tecnología, robustez y funcionalidad que ha conquistado el segmento C gracias a la fuerza de su contenido tangible. En Italia, está en el podio entre los coches más vendidos de 2017 y es líder del segmento C con el 20,7 % de cuota en el año. Ha sido elegido por más de 180 000 conductores en la región EMEA. Además, por segundo año consecutivo, se ha confirmado como el vehículo con la tasa de crecimiento más alta de Europa.

En su trigésimo cumpleaños, es posible fijarse en los rasgos del Fiat Tipo de 1988 que pueden encontrarse en el automóvil actual. No es casualidad que el nuevo Fiat Tipo mantenga, con orgullo, el nombre de su progenitor con el que comparte su espíritu y su ADN. Por ejemplo, en cuanto a diseño el Fiat Tipo muestra una línea limpia, pero innovadora y peculiar, y es el mejor de su clase en lo referente a espacio interior: un agradable déjà vu para una cómoda funcionalidad.

Las elecciones estéticas adoptadas otorgan al Fiat Tipo una gran presencia en carretera. El frontal se desarrolla horizontalmente expresando dinamismo, de una manera coherente en las tres variantes del modelo. El lateral alargado y esencial, y la atención por la aerodinámica son características comunes al modelo actual y al modelo de antaño. En cuanto a la versión de 5 puertas, la que más se asemeja al Tipo de 1988, es interesante detenerse en el portón trasero que es amplio y permite una abertura de carga particularmente regular, para acceder a un compartimento de 440 litros (550 litros en la versión Station Wagon), en lo más alto de la categoría. Precisamente el portón trasero fue una innovación tecnológica también en el automóvil de hace treinta años y estaba hecho de un material plástico especial, ligero y libre de corrosión.

Las carrocerías con un atractivo inmediato se combinan, hoy como ayer, con habitáculos concebidos según principios totalmente acordes con los contenidos del proyecto y capaces de transmitir los valores de concreción, sencillez y funcionalidad, la fórmula que desde siempre ha distinguido a los vehículos Fiat del segmento C, todas características que pertenecen al ADN de la marca.

El Fiat Tipo de 1988 se construyó sobre una de las primeras plataformas modulares, que anticipó el concepto de familia expresado por el Tipo actual en sus tres variantes. De hecho, su chasis fue la base sobre la que se desarrollaron otros modelos del grupo, como el Fiat Tempra, disponible con una clásica carrocería de tres volúmenes, y el Tempra S.W. en su versión familiar. Treinta años más tarde, el Fiat Tipo 4 puertas, el Fiat Tipo 5 puertas y el Fiat Tipo Station Wagon son la respuesta de Fiat a un mundo que tiene nuevas necesidades y nuevas modalidades de compra vinculadas a elecciones conscientes y concretas. Todas las versiones del Fiat Tipo cuentan con una “oferta de valor” imbatible y están dirigidas a familias, parejas y profesionales.

En términos de personalidad, el Fiat Tipo, en todas sus variantes, se expresa a través de un estilo dinámico y con un fuerte carácter. La sencillez de elección para el cliente se traduce en una oferta de motores y equipamientos dirigida al corazón del mercado: la lógica simple y lineal de la gama es otra afinidad con el Fiat Tipo de hace treinta años. De hecho, debutó en 1988 con cinco motorizaciones de gasolina y Diésel capaces de satisfacer todas las demandas del mercado de ese momento, y dos niveles de equipamiento. Todos los demás rasgos distintivos se omitieron deliberadamente para acentuar el significado sustancial de novedad y madurez de contenidos del modelo con el nombre “Tipo”.

Siempre según el espíritu de Fiat, todas las versiones de la familia Tipo adoptan numerosas soluciones que mejoran la vida de quien las conduce y de quien las disfruta como pasajero. Lo demuestra el generoso equipamiento de serie y el debut del innovador sistema UconnectTM 7” HD LIVE con pantalla táctil en color de 7” de alta definición y pantalla capacitiva que permite “pellizcar y deslizar”, es decir, un uso muy similar al de las tabletas modernas. También está disponible Uconnect Link con la integración de Apple CarPlayTM y la compatibilidad con Android AutoTM que permite al conductor utilizar su smartphone de la manera más intuitiva.

También en 1988, el Tipo destacó por su innovación tecnológica gracias a una característica de particular modernidad y funcionalidad: los instrumentos electrónicos y digitales del equipamiento “Digit”, insertados en un panel con un diseño específico integrado en el salpicadero. La visualización de las versiones “Digit” era digital, con características avanzadas tanto en lo funcional como en el aspecto ergonómico, con una percepción óptima de la información.