Videos

Muere una periodista por disparos en una acto "terrorista"en Irlanda del Norte

La Policía investiga como un «incidente terrorista» la muerte de una periodista en Londonderry

La Policía norirlandesa inspecciona el lugar donde la periodista Lyra McKee fue tiroteada / Efe
La Policía norirlandesa inspecciona el lugar donde la periodista Lyra McKee fue tiroteada / Efelarazonfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@40deb465

Una periodista de 29 años falleció a consecuencia de heridas de bala durante una serie de disturbios ocurridos en la noche del jueves en Londonderry

La Policía norirlandesa cree que «hubo más de una persona» involucrada en el asesinato a tiros el jueves por la noche de la periodista Lyra McKee durante una serie de disturbios ocurridos en Derry. Así lo indicó ayer en una rueda de prensa en el ayuntamiento de esa ciudad el subinspector de la Policía Stephen Martin, del cuerpo de Irlanda del Norte. «Sin duda, creemos que hubo más de una persona implicada en esto anoche. Obviamente, solo una persona apretó el gatillo, pero hubo más de una», afirmó el agente, al admitir que aún es «demasiado pronto» en el transcurso de la investigación abierta para poder confirmar las edades de los sospechosos.

Martin dijo que el ataque, que formó parte de «un complot orquestado», ha dejado a muchos «con el corazón roto» en Derry y que con ese acto no «se habrá logrado nada más que sumir a una familia en el luto» y condenar a la ciudad de Derry «a los peores titulares» en Viernes Santo, «21 años después de la firma del acuerdo de paz».

El policía aludió a la operación de seguridad que los agentes llevaban a cabo antes del tiroteo en el barrio residencial de Creggan, donde efectuaban redadas en algunas propiedades a fin de desmantelar una conspiración para atacar a la Policía y «prevenir actos violentos inminentes» por parte de disidentes. Según explicó, los autores de los disparos, presuntamente disidentes del llamado Nuevo IRA, «incitaron» a grupos de jóvenes a provocar los disturbios, en los que se arrojaron 50 cócteles molotov contra coches de la Policía y se quemaron dos vehículos policiales.

«Llevamos a cabo redadas anoche porque creíamos que había gente en esta ciudad que perpetraría durante este fin de semana ataques asesinos contra la Policía y quizás otros actos, como los vistos aquí en enero y la explosión en Bishop Street», dijo.

La reportera muerta, de 29 años y natural de Belfast, resultó gravemente herida en la cabeza sobre las once de la noche del jueves, después de que un pistolero enmascarado abriera fuego de forma indiscriminada contra efectivos policiales en el área de Creggan, una zona residencial llena de niños y adolescentes. Los agentes trasladaron a McKee en un vehículo policial al hospital de Altnagelvin, sin que se pudiera hacer nada por salvar su vida.

La noticia ha conmocianado a la clase política británica. La primera ministra, Theresa May, se mostró impactada por la muerte «sin sentido» de McKee, a quien describió como una periodista «que estaba haciendo su trabajo con gran valentía».

Arlene Foster, jefa del partido unionista democrático ha calificado lo ocurrido de «sinsentido». «Nadie quiere volver» al pasado –señaló Foster– haciendo referencia a la violencia entre católicos y unionistas que ensangrentó durante tres décadas la provincia británica.

Mietnras, el partido nacionalista irlandés Sinn Fein también ha condenado «sin reservas» lo ocurrido en Londonderry. «Éste ha sido un ataque contra la comunidad, un ataque contra el proceso de paz y un ataque contra el acuerdo de Viernes Santo. Hago un llamamiento a la calma», asegura en un tuit Michelle O’Neill, líder del Sinn Fein en el Parlamento norirlandés.

Desde Bruselas, la Comisión Europea condenó ayer los disturbios en Derry y confió en que las autoridades británicas podrán aclarar las circunstancias en las que se ha producido este «trágico evento». «Hemos visto la información en medios sobre el terrible incidente que tuvo lugar ayer en Irlanda del Norte y que causó la muerte de una periodista. Condenamos esta violencia y confiamos en que las autoridades británicas establecerán las circunstancias exactas de este trágico evento», dijo un portavoz de la Comisión a Efe.

En enero, la explosión de un coche bomba en Londonderry, localidad tristemente conocida por el «Domingo Sangriento», ya había hecho temer un nuevo estallido de violencia por parte de grupos paramilitares en plena tensión sobre el Brexit. Precisamente, el capítulo más espinoso en el acuerdo de divorcio entre el Reino Unido y la UE es el de la frontera norirlandesa y la futura relación entre las dos Irlandas. Hasta ahora, se ha buscado la manera de tratar de evitar que se vuelva a levantar una frontera «dura» entre ambas.