Sociedad

El director del ARQVA participa en el proyecto de búsqueda de los barcos de Hernán Cortés hundidos en la costa mejicana

Iván Negueruela confía en seguir participando en esta excavación que ya ha encontrado cuatro anclas compatibles con las naves de Cortés

El director del ARQVA participa en el proyecto de búsqueda de los barcos de Hernán Cortés hundidos en la costa mejicana
Museo Nacional de Arqueología SubacuáticalarazonARQUA

El director del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQVA), Iván Negueruela, ha participado en el proyecto de búsqueda de los barcos con los que Hernán Cortés arribó por primera vez a América en 1519, dando comienzo a la presencia hispana en el continente y originando la conquista del Imperio Azteca.

Cabe recordar que Cortés zarpó a finales de 1518 de la isla de Cuba con 11 naves y llegó en 1519 a Villa Rica de Veracuz, en la actual costa de Méjico, donde ancló, barrenó y hundió los barcos tras un motín de su tripulación para evitar que ninguno de ellos pudiera regresar a España.

Cuando se cumplen 500 años de esa efeméride, un equipo de arqueólogos mejicanos, con la colaboración de Negueruela y otros tres historiadores estadounidenses, lleva a cabo una investigación que ha conseguido encontrar cuatro anclas que serían compatibles con las que equiparon las naves de Cortés.

En declaraciones a Europa Press, Negueruela recuerda que Cortés era un hombre "muy decidido y expeditivo" que decidió dar el salto al continente, donde se encontraba el Imperio Azteca. Los arqueólogos conocen este episodio y la ubicación de su desembarco con detalle gracias a las cartas de relación que el propio Cortés envió al Rey Carlos V, que están publicadas y son muy conocidas.

En concreto, el conquistador extremeño redactó cinco cartas de relación para lavar su imagen ante la Corona y escribir sus experiencias. Se trata, añade, de documentos "muy fiables" en los que cuenta el naufragio de sus naves en Villa Rica, un lugar de la actual costa mejicana muy despoblado donde hay una bahía "inmensa" cerrada justo en el centro por un islote que ejerce como rompeolas.

En base a toda esta información, el subdirector de Arqueología Subacuática de Méjico, Roberto Junco, dependiente del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) del país centroamericano (el equivalente al Ministerio de Cultura español), inició la búsqueda de los restos con la ayuda de sensores.

Fundamentalmente, en la búsqueda se ha usado el sonar de barrido lateral, la sonda multihaz y el magnetómetro de protones, que es un penetrador de fango que puede profundizar hasta 6 metros bajo del lecho marino y remite a la superficie si hay concentraciones metálicas.

ESTRECHA COLABORACIÓN ENTRE MÉJICO Y ESPAÑA

Junco invitó a Negueruela a participar en esta exploración en su condición de director del ARQVA, cargo que ostenta desde 1993. Esta colaboración se produce en el marco de la estrecha cooperación que existe entre el INAH mejicano y el Ministerio de Cultura español.

Esta relación, que ambas instituciones materializan a través de la Subdirección de Arqueología Subacuática de Méjico y el ARQVA español con sede en Cartagena (Murcia), se remonta a la primavera de 2014, año en el que ambas partes firmaron un acuerdo de entendimiento para cooperar estrictamente en el terreno de la arqueología subacuática.

Neguerela destaca que este convenio está "excepcionalmente bien redactado, es muy generoso y de 'bona fide' por ambas partes". Gracias al mismo, Negueruela viajó en diciembre de 2014 para excavar un galeón en Méjico. A raíz de ese viaje, tanto arqueólogos mejicanos como españoles se han visitado mutuamente todos los años.

Incluso, arqueólogos mejicanos participaron en la tercera campaña que el ARQVA hizo en verano de 2017 en el pecio de Nuestra Señora de las Mercedes a 1.140 metros de profundidad, un hito porque "era la primera vez en la historia que un equipo científico podía hacer excavaciones a esa profundidad, superando el tope fijado hasta entonces por los franceses".

“TODO INDICA QUE SON LOS BARCOS DE CORTÉS”

En este contexto de cooperación, Junco decidió invitar a Negueruela a participar en la búsqueda de los barcos de Cortés. El arqueólogo e historiador español aceptó la propuesta y colaboró en la campaña de 2019, entre los meses de junio y julio de este año.

Durante el periodo que Negueruela estuvo en Méjico no se encontró ningún ancla nueva, aunque sí estudiaron una serie de anomalías, es decir, elementos detectados por las sondas. Ahora, Junco ha vuelto a invitar a Negueruela a participar en la campaña de exploración de la próxima primavera-verano, y el arqueólogo español se dispone a viajar a expensas de lo que decida el Ministerio de Cultura, aunque afirma que el contacto entre ambas partes atraviesa una situación "inmejorable".

Desde el inicio del proyecto hace dos años, los arqueólogos han encontrado 4 anclas que han aparecido con la misma orientación, lo que demuestra que los barcos estaban allí anclados unos junto a otros, hecho "muy significativo", según Negueruela, quien explica que Junco le ha mantenido informado puntualmente de los hallazgos .

"Todo indica que esos barcos sí pertenecen a la flota de Cortés, aunque no se puede asegurar con absoluta certeza de momento", subraya Negueruela, quien indica que la tipología y técnica de fabricación de las anclas remite a finales del siglo XV y principios del XVI, lo que vendría a reforzar la tesis de que se trata de las naves del conquistador extremeño.

Con todo, insta a ser prudentes porque, al tratarse del primer asentamiento en América, muchos viajes se hicieron aprovechando el emplazamiento. No obstante, admite que "es muy tentador pensar que estamos ante los primeros barcos que llegaron al continente". Si el Ministerio envía a Negueruela a Méjico para continuar con las exploraciones y su asesoramiento, reconoce que lo ideal sería encontrar algún elemento que ayude a afinar la datación.

"Una cosa es cierta: si están las anclas y Cortés barrenó los barcos allí, tienen que quedar muchísimos vestigios de lo que llevaban las naves", según Negueruela, quien indica que un barco de cualquier época deja un complejo rastro de materiales, como diversos tipos de metales y maderas. Todo lo que haya quedado sepultado bajo el lecho marino por las corrientes es, precisamente, lo que se habrá conservado, "porque la arena es el mejor conservante para la madera", añade.

JURISDICCIÓN Y PROPIEDAD DE LOS RESTOS

Al ser preguntado por el país al que le correspondería la propiedad de los restos encontrados, Negueruela admite que es un tema "muy interesante" que "todo el mundo se plantea con toda lógica".

El arqueólogo español siempre ha defendido que si un barco español es desvalijado por una empresa cazatesoros, "sea norteamericana, china o española", el Ministerio de Cultura "debe ir a por ellos, igual que se hizo en el caso del pecio de Nuestra Señora de las Mercedes, por ejemplo".

De hecho, recuerda que España es el primer país que ha acudido a tribunales internacionales para defender su patrimonio naufragado, con éxitos en tres ocasiones diferentes. No obstante, Negueruela se muestra partidario de esta vía judicial solo en el caso de "pillaje" ejercido por compañías de cazatesoros que quieren "privatizar lo que es patrimonio de toda la humanidad".

En cambio, se muestra partidario de no intervenir judicialmente en el caso de que el pecio sea investigado por un país "amigo", sobre todo "si se trata de un país hispanoamericano, porque hemos sido una unidad durante cientos de años".

"Si un país amigo como Méjico, que cuenta con museos, arqueólogos y universidades homologables internacionalmente, encuentra un barco español y lo excava, yo siempre he defendido que al ARQVA español llegue una parte mínima de los hallazgos en representación, para el estudio de lo que fue la gran expansión marítima de España, pero la gran parte debe quedarse en el país responsable de la excavación", explica Negueruela.

No obstante, insiste en que se trata de una posición personal como científico y, al final, es una cuestión a decidir entre las altas responsabilidades políticas de los dos países implicados.