Sociedad
La administración sanitaria murciana aprueba la gestión de la primera ola, según Defensa de Sanidad Pública
La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) ha realizado un informe sobre la actuación de las comunidades en la gestión de la primera ola de COVID-19
La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) ha realizado un informe sobre la actuación de las comunidades en la gestión de la primera ola de COVID-19 que refleja que Murcia fue una de las cuatro autonomías que aprobó la gestión de la primera ola, con una nota de 6,5 sobre 7, la segunda mejor calificación solo inferior a la de Extremadura (7).
El promedio de la puntuación obtenida por la actuación de las administraciones sanitarias autonómicas fue un suspenso: 3,92 (rango de 1 a 7). La mejor puntuación la obtuvo Extremadura y la peor la Comunidad de Madrid.
El documento, elaborado a través de las respuestas por expertos y profesionales sanitarios de todas las CCAA a los que se remitió un cuestionario con respuestas abiertas que incluía 17 preguntas, revela que cuatro CCAA superaron el aprobado (Extremadura 7, Murcia 6,5, Asturias 6 y Valencia 5,5), mientras que el resto suspendieron. Todas ellas estaban entre las 9 comunidades autónomas que presentaron una mortalidad inferior al promedio del país.
Según FADPS, las causas que provocaron una peor o mejor situación comparativa de las CCAA respecto al promedio del país dependen de un conjunto de factores, entre los que están fundamentalmente la densidad de la población y la movilidad de la misma, así como el porcentaje de trabajadores sanitarios infectados y la respuesta de la Atención Primaria y la Salud Pública.
Así, argumentan que la situación previa de recortes, deterioro y privatización de los centros sanitarios disminuyó o evitó una respuesta adecuada ante la pandemia. Defensa de Sanidad Pública argumenta que se ha evidenciado un colapso hospitalario en las CCAA con elevada incidencia, que fue mayor en el caso de las que tenían una baja tasa de camas hospitalarias por 1.000 habitantes.
“La Atención Primaria estuvo desbordada de manera casi generalizada y su actividad normal no se ha recuperado. La respuesta del dispositivo de Salud Pública fue generalmente deficiente, en gran parte por la ausencia de efectivos. Las residencias fueron un foco importante de la pandemia en todas las CCAA”, apuntan.
En general, consideran que las contrataciones de personal de refuerzo “no fueron significativas”, así como que los contagios entre trabajadores sanitarios “fueron importantes en todas las CCAA”. “La insuficiencia de material sanitario de protección fue generalizada y muy importante desde el principio y se mantuvo casi igual hasta fases muy avanzadas de la primera oleada”, agregan.
A su juicio, las listas de espera han aumentado “notablemente” durante la pandemia, y denuncian que varias comunidades autónomas, como la Comunidad de Madrid “están aprovechando la pandemia para aumentar las privatizaciones”.
“Entendemos que en este momento es urgente y necesario que las distintas CCAA aborden estos problemas solucionándolos en el menor plazo posible y que la respuesta a esta segunda oleada solo puede venir por un refuerzo de la sanidad pública, dotándola de más presupuesto, más personal y más medios, así como por la aplicación de medidas de contención y restricción de la movilidad en los territorios más afectados”, concluyen.
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