Sociedad
Un párroco de Murcia dice que la Ley Celaá busca que los niños con discapacidad “estorben” como excusa para “matarlos”
El cura compara la situación actual con la España de la guerra civil. “Te podían pegar siete tiros por ser cristiano”
La polémica está servida. Las críticas a la Ley Celaá no solo han llegado por parte de la sociedad civil y del ámbito educativo. El párroco de la basílica de la Purísima del municipio murciano de Yecla, en Murcia, José Antonio Abellán, ha arremetido contra la reforma de la ley educativa asegurando que lo que pretende es “quitar los colegios de educación especial” y que los estudiantes con necesidades especiales se integren en los colegios para “estorbar”. “Entonces dirán: ¿veis? Estos niños es que ni siquiera tienen que existir. Hay que matarlos”.
Según se hace eco el diario Religión Digital de unas declaraciones recogidas por eldiario.es, para el párroco de Yecla, en Murcia, la ley Celaá “no vale nada”. “Ahora mismo, tristemente, aparece ese nuevo proyecto de ley que dice que hay que quitar los colegios de educación especial: ¿sabéis lo que significa? Que para quién hace esas leyes esas personas no valen nada”.
Incide en que la nueva ley aprobada en el Congreso “no es para que todos estén al mismo nivel; no pueden, más quisiéramos, pero no pueden. Hay que atenderlos de una manera especial. Vamos a sacarlos fuera para que incomoden”.
Así lo dijo durante la homilía del pasado domingo en la parroquia de Yecla, donde incidió en que esta ley de educación busca integrar a los niños con necesidades especiales en los colegios ordinarios para que “estorben” y “entonces digan: ¿veis? Estos niños es que ni siquiera tienen que exisitir: hay que matarlos”.
“Cualquier criatura que venga con un defecto psíquico o físico hay que matarla porque estorba en la sociedad. Y nosotros los cristianos decimos no: cualquier persona en cualquier circunstancia tiene un alma y su alma es perfecta porque ha sido creada por Dios”, aseguró el cura.
Para el párroco, esta situación recuerda a la guerra civil en España en los que “te podían pegar siete tiros por ser cristiano” y la represión que sufren los católicos en la actualidad en otros países.
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