Arquitectura

Las obras de la fachada de la Catedral de Murcia durarán 10 meses

El gran objetivo, luchar contra el deterioro que producen el agua y las palomas

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La entrada de la Catedral de Murcia en la Plaza del Cardenal Belluga.Edu BotellaEuropa Press

La Diócesis de Cartagena ha presentado este lunes el proyecto de restauración de la fachada principal de la Catedral de Murcia, una obra valorada en más de un 1,2 millones de euros y que se realizará en un plazo mínimo de 10 meses, según ha explicado el arquitecto responsable del proyecto, Juan de Dios de la Hoz.

Una obra de la que se quiere hacer partícipe a toda la ciudadanía, por lo que el Obispado de Cartagena ofrecerá la posibilidad de ver la restauración de cerca. Para ello, se colocará un doble andamio que permitirá la visita durante el transcurso de las obras sin interferir en ellas.

Una iniciativa que se llamará ‘Los secretos de la fachada’, que posibilitará el acceso, previa petición, en visitas guiadas y con aforo reducido, hasta los principales elementos del imafronte. Las visitas estarán organizadas por el Museo Catedralicio y “será una oportunidad fantástica para ver de cerca el trabajo”, ha destacado el obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes.

Se trata de un bien patrimonial extraordinario, cuyo estado no puede considerarse de gravedad, aunque, como todos los inmuebles histórico-artísticos, requieren de una conservación muy especializada y costosa económicamente”, ha explicado el arquitecto, que encabeza un equipo formado por más de 20 profesionales, especializados en diferentes materias (Arquitectura, Química, Geología, Historia o Biología).

Los dos grandes frentes de este proyecto de restauración serán “luchar contra los deterioros que producen el agua y las palomas”. Hay algunas zonas en la fachada, muy localizadas, en las que el agua, al descender, va deteriorando la piedra, que poco a poco se va disgregando y por eso se desprenden pequeños fragmentos.

Para solucionar este problema, se incrementarán los sistemas de evacuación de agua, mediante unas cornisas de zinc. El otro gran problema son las palomas y sus excrementos. Con este proyecto, el arquitecto ha asegurado que se conseguirá eliminar el anidamiento, pero ha reconocido que “el posado es más difícil porque se tendría que proteger cada centímetro y eso sería imposible”.

Para luchar contra las palomas se utilizarán cuatro sistemas, dependiendo de las necesidades de cada zona: trampas, redes, pinchos, y sistema electroestático.

La intervención que se propone consiste en la protección de todos y cada uno de los elementos que componen la fachada, ya sean escultóricos o arquitectónicos. Para ello se incluye la limpieza general, la reparación y protección de las cornisas; la aplicación de consolidantes de agua de cal; la restauración de elementos deteriorados; la reparación de balaustradas; y la limpieza y protección de las vidrieras, así como varios sistemas para evitar que las palomas aniden como lo hacen actualmente. Se han incluido también algunas instalaciones de iluminación, además de otras para facilitar las tareas de mantenimiento futuro.

En el estudio previo se han encontrado similitudes de los fragmentos analizados con fragmentos de cuatro canteras murcianas, ya cerradas: Cantera de Mayayo, cantera de Los Garres, cantera de Cuello de Tinajas y cantera de El Partidor en Abanilla.

Estamos 100 % seguros de que se extrajo piedra de esas canteras para la construcción del imafronte”, ha subrayado el arquitecto. “Por tanto, si es posible, intentaremos extraer uno o dos bloques de esas canteras para poder hacer algunas pequeñas reposiciones de los elementos faltantes”, ha remarcado.

Finalizado el proyecto, el siguiente paso es presentarlo a la Dirección General de Bienes Culturales y al Ayuntamiento de Murcia para obtener el permiso y la licencia para el inicio de las obras.

El obispo ha asegurado que una vez finalizado el proyecto de restauración, se abre el tiempo de buscar ayudas para su financiación. Las visitas abrirán la posibilidad de que los ciudadanos puedan ayudar con el pago de la entrada (que será “muy económica”), pero también se pedirá colaboración a las administraciones públicas y a empresas.

Juan de Dios de la Hoz ha dado las gracias al Obispado por encomendarle este proyecto, ya que “trabajar en un edificio así es un sueño para un arquitecto”, un proyecto que oscila entre “la historia, el patrimonio y el arte, y la ciencia”.