Tribunales
Declara que dejó morir a su bebé porque no sabía que estaba embarazada: “Vi la cabeza y me quedé bloqueada”
La acusada asegura que nunca quiso ocultarlo y que ella misma lo llevó al hospital
La mujer acusada de dejar morir a su bebé tras dar a luz en su casa de Yecla (Murcia) en 2015 ha negado rotundamente que supiera que estaba embarazada porque ella seguía “sangrando” y con reglas “irregulares” como las que acostumbraba a tener. Además, ha asegurado que se quedó “súper bloqueada” nada más parir, no podía hablar ni moverse y se estaba desangrando, hasta el punto de que llegó a temer por su vida.
“Me senté al lado del bebé y ya no me salía la voz; era como una sensación de ahogo y de que no podía hablar; no sé el tiempo que pasó porque me mareaba muchísimo e, incluso, creo que me desmayaba y volvía a estar como consciente”, ha ratificado la acusada visiblemente emocionada. “Intentaba moverme y no podía levantarme”, ha afirmado. “Nosotros bajamos el feto al hospital, ¿dónde está la ocultación?”, se ha preguntado.
Así lo ha testificado la acusada durante la segunda sesión del juicio que arrancó este lunes por el procedimiento del jurado en la Sala 001 de la Audiencia Provincial de Murcia con Juan del Olmo como magistrado presidente.
A preguntas de la fiscal, Eva María Torres, la acusada ha reconocido que estaba sacando el Bachillerato en el momento de los hechos y conocía a su pareja desde que tenían 13 años, estando juntos “prácticamente toda la vida”. Lo habían dejado un tiempo antes de los hechos porque ella estaba agobiada con los exámenes y el carnet de conducir.
Ha afirmado que desconocía que se había quedado embarazada, aunque sí que ha admitido que fue al médico en octubre o noviembre de 2014 porque le dolía el estómago y tenía náuseas.
“Seguía teniendo la regla”
No sospechó que estaba embarazada porque le “seguía llegando la regla y manchaba”, tal y como ha advertido. De hecho, ha asegurado que no tuvo ningún otro síntoma de embarazo más allá de las náuseas y vómitos. “Me crecería la barriga en el último mes, como mucho, y en ningún momento pensé que podía ser eso”, ha apostillado.
Su pareja le preguntó “muy poco antes” del parto si estaba embarazada porque “circuló un rumor en ese momento de que había” varias chicas en cinta en el pueblo, entre las que se hablaba de ella misma. Ha señalado que escuchó ese bulo una o dos semanas antes. “A mí me lo hizo llegar mi pareja”, tal y como ha señalado, aunque no sabe dónde surgió el rumor.
Ha desmentido igualmente que supiera en algún momento que estuviera embarazada. “En ningún momento oculté nada, seguí haciendo mi vida normal y tenía reglas irregulares, como siempre las he tenido”.
El día de los hechos, ha recordado que se levantó a las 5.00 horas porque le dolía mucho el estómago, se tomó un ibuprofeno y se volvió a acostar. Así, estuvo yendo de forma intermitente al baño porque le dolía la barriga. “Una hora después, pensé que, como no se me pasaba el dolor, me iba a duchar, pero al salir empecé a notar un dolor mucho más fuerte”.
A continuación, se sentó en el baño y le empezó a doler. Fue entonces cuando vio la cabeza del bebé y se “bloqueó totalmente”. En ese momento, ha interrumpido su relato por la emoción.
Cogió entonces al recién nacido y vio que no se movía y no respiraba. “En ese momento, lo que se me ocurrió es ir a un armarito donde tenía unas tijeras de cortar las uñas y le corté el cordón pensando que era lo que tenía que hacer porque era lo que salía en las películas y en las series”, ha corroborado.
A continuación, le empezó a doler la barriga otra vez y dejó al bebé encima de una toalla. “Expulsé una bolsa, momento en el que empecé a sangrar muchísimo”, ha recordado la acusada, quien ha reconocido que no sabe cuanto tiempo pasó hasta que llegó su madre y tuvo la sensación de que alguien, por lo menos, les iba a socorrer.
La fiscal le ha preguntado cómo fue capaz de pensar en buscar unas tijeras y cortar el cordón umbilical a pesar de que estaba bloqueada. A este respecto, la acusada ha afirmado que fue un “instinto”. “Esa fue la ayuda que, en ese momento, yo supe o pude prestarle; hice todo lo que pude”, ha asegurado la acusada a la fiscal cuando le ha preguntado por qué no trató de reanimar al bebé.
No ha sabido precisar el tiempo que transcurrió entre que dio a luz y llegaron sus padres. “No era consciente ni de lo que estaba pasando: recuerdo que entró mi madre y, a raíz de ahí, no saber nada más hasta prácticamente llegar al hospital”, ha destacado.
Borró el móvil
Ha negado que se descargara una aplicación que tiene como fin borrar selectivamente contenidos del móvil sin dejar rastro el mismo día que debía comparecer en el Juzgado para entregar su móvil. “Yo del móvil, lo básico: el Instagram, el Twitter y poco más”. La fiscal ha señalado que la acusada finalmente no acudió a la cita judicial y no justificó su ausencia.
La fiscal ha mostrado también el pantallazo de una conversación mantenida por móvil entre la acusada y su pareja -padre del bebé-. Él le preguntó que si estaba embarazada y ella contestó: “sí, de ocho meses, según las cuentas de la gente”. La acusada ha justificado esta conversación porque había un rumor sobre ella y de otras chicas, de forma que contestó de forma “irónica”.
En la sesión también han escuchado la llamada que hizo su tía al 112, en la que afirma que la había encontrado sangrando y que, por el tamaño del feto, tendría unos tres meses. Asimismo, estimó que había estado sangrando durante una hora y que estaba muy débil y mareada. “Se acaba de desmayar”, ha ratificado.
En cualquier caso, la acusada ha asegurado que ella nunca ocultó que había tenido un aborto ni al ginecólogo ni a la matrona que le atendieron.
La madre sí sospechaba
En la sesión también ha intervenido como testigo la madre de la acusada, quien ha señalado que sospechó en la última semana que su hija podía estar embarazada porque tenía “una poca barriga”,pero pudo comprobar que tenía la menstruación.
El día de los hechos, ha señalado que desconocía que se trataba de un bebé, sino que supuso que sería un aborto “de dos o tres meses”, pero no observaron los restos porque ha reconocido que tanto ella como su marido son “muy aprensivos”. De lo contrario, ha afirmado que habría llamado al 112. Además, ha afirmado que encontró a su hija en “shock”.
Ha afirmado que no tardaron “tanto” en llamar a la ambulancia porque, de hecho, ella se levantó a las 8.20 y ha afirmado que avisó antes a su hermana, quien consultó a una conocida que trabajaba en el hospital. “Nosotros no pensábamos que fuera tan grave”, ha puntualizado. La llamada al 112 se produjo, finalmente, a las 9.00 horas.
El padre de la acusada por su parte, ha señalado que lo que dio por hecho que era un aborto y que su hija no le dijo nada en ese momento porque estaba “en shock” y con la “mirada perdida”. Así, ha afirmado que no podía pensar que se trataba de un bebé de ocho meses porque no había percibido a su hija ningún síntoma de estar embarazada.
La tía de la menor que intervino en el momento de los hechos, ha recordado que recibió una llamada a las 8.20 horas y de inmediato llamó a una amiga que trabajaba en el paritorio, quien le aconsejó recoger los restos del aborto y llevarlos en una bolsa al hospital.
“Llamé al 112 y les dije que mi sobrina había tenido un aborto, que necesitábamos una ambulancia”, según la testigo. Cuando el operador le preguntó el tiempo de gestación, contestó que sospechaba que, como mucho, serían “tres meses”.
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