La hija del acusado de matar a su esposa en Águilas (Murcia) asegura que la “maltrataba por celos”

La hija del hombre al que se juzga desde este lunes ante un jurado popular en la Audiencia Provincial de Murcia por el asesinato de su esposa y madre en la vivienda que compartían en Águilas ha dicho este martes al declarar como testigo que la maltrataba psíquica y físicamente y que era muy celoso.

La hija del matrimonio, que tenía 16 años de edad cuando ocurrió el crimen, en octubre de 2020 y que ha declarado tras un biombo para no cruzar la mirada con su progenitor, ha dicho que el procesado, A.A., tampoco se ocupaba de ella misma y de su hermano, de diez años de edad entonces.

También ha manifestado que fueron ella y su hermano los que, al volver casa tras pasar un día en la playa descubrieron el cadáver de la madre, que se encontraba tapado con una sábana.

En esta nueva sesión de la vista oral ha declarado también como testigo una vecina, que ha manifestado que fue el acusado el que le reveló que acababa de matar a su esposa.

Por su parte, el exmarido de aquella ha negado que fuera el propietario de la escopeta con la que A.A. efectuó el mortal disparo que acabó con la vida de la fallecida, con lo que ha desmentido lo dicho en la primera sesión de la vista oral por aquel, lo que atribuye a una posible venganza.

Finalmente ha declarado otro vecino, que ha revelado que el día del crimen escuchó un ruido muy fuerte procedente de la vivienda que compartía el acusado y su familia y que entonces pensó que se trataba de explosión, aunque después, conocidos los hechos, consideró que se había tratado del disparo.

El juicio continuará este miércoles con la intervención de nuevos testigos, mientras que la sesión del viernes estará dedicada a conocer los testimonios de los policías locales y guardias civiles que participaron en la investigación de los hechos.

En la primera sesión de la vista oral el procesado, que inicialmente, al ser detenido, afirmó que el disparo fue accidental, cambió de versión y manifestó que sí apretó el gatillo, pero que cuando lo hizo ¿estaba ciego¿ porque la esposa lo había insultado, además de lanzarle una mesa y decirle que debía irse de casa.

Y añadió que con anterioridad nunca había discutido con ella ni la había maltratado, en contra de lo sostenido por su hija y algunos vecinos, para comentar después que también le afectaron profundamente los comentarios que le llegaban y que hablaban de presuntas infidelidades por parte de la fallecida.

En ese estado de arrebato, explicó, bajó al sótano donde sabía que un compañero de trabajo escondía la escopeta, la cogió y efectuó un disparo contra su mujer a unos dos metros de distancia, cuando aquella se encontraba sentada y él de pie.

Las acusaciones solicitan para A.A., natural de un país magrebí, como su mujer, 25 años de prisión por un delito de asesinato y un año por tenencia ilícita de armas; por su parte, el letrado defensor considera que se trató de un homicidio imprudente, con la concurrencia de circunstancias atenuantes, por lo que reclama la absolución o, alternativamente, dos años de cárcel.