Economía
La Región de Murcia, en “pole position” para la recuperación económica en 2023
La economía regional, dice el CESRM, “resiste” con más firmeza
El Consejo Económico y Social de la Región de Murcia (CESRM) ha destacado que, según las proyecciones de órganos independientes y centros de investigación en coyuntura económica, la recuperación en la Comunidad seguirá sin completarse en 2022, aunque la economía murciana “parece situarse en una posición idónea para ello en comparación con la mayoría de comunidades autónomas”.
Así lo ha hecho saber el CESRM en su boletín de ‘Indicadores de Coyuntura Económica y Laboral’ relativo a diciembre de 2022, que incorpora un anexo sobre las principales conclusiones que aporta el reciente avance de la Contabilidad Regional de España sobre las primeras estimaciones regionales de 2021, con revisiones de los datos de los dos años anteriores.
En este sentido, el CESRM ha puesto de manifiesto que este avance de contabilidad evidencia en general un “efecto rebote” cuya intensidad no permite todavía compensar plenamente la caída de 2020. Esta fuente estima que el PIB de la Región de Murcia crece en volumen a una tasa anual del 5% en 2021, cuando el receso de 2020 fue de un -9,1%.
Por actividades económicas, el Valor Agregado Bruto (VAB) real ya está por encima de los niveles de 2019 en Información y comunicaciones, Actividades financieras y de seguros, Administraciones Públicas y defensa, seguridad social obligatoria, educación, actividades sanitarias y de servicios sociales y Actividades inmobiliarias.
Sin embargo, al contrario, el efecto bianual deja aún lejos principalmente a actividades artísticas, recreativas y ocio, reparación de artículos domésticos y otros servicios, “muy afectada por el cierre de locales en la Región”. La recuperación plena tampoco se percibe al observar los datos sobre horas totales de trabajo y empleo total, según el informe.
El camino ascendente que recorre el PIB en 2021 contribuye a una mejora de los indicadores de renta por habitante, aunque evidentemente “aún no se contrarresta la merma de 2020″, según el Consejo, que explica que esta mejora anual no esconde que el PIB por habitante en términos reales “no iguala todavía los niveles de 2008, cuando empieza la Gran Recesión”.
La economía regional resiste
En su informe, el CESRM ha recordado que la economía regional mostraba signos de desaceleración gradual conforme avanzaba el año 2022 y, a mediados de verano, algunas entidades especializadas en análisis económico estimaban incluso que podría entrar en recesión en el tramo final de la anualidad.
Sin embargo, a tenor de lo que revelan los indicadores de coyuntura recientes, “resiste con más firmeza de la esperada”, según el CESRM, que ha añadido que varios factores promueven que la economía crezca por encima de las previsiones.
Entre estos factores, ha citado los mercados laborales robustos, la continuidad de los efectos de la apertura tras la pandemia, una demanda fuerte, los cuellos de botella en fase de relajación, y la evolución favorable en los precios del gas _-en España, además, permitiendo que la inflación amaine-.
En la Región de Murcia, las previsiones son divergentes acerca de la magnitud de la progresión. Así, la AIReF, la más pesimista, adelanta para el tercer trimestre un aumento interanual del PIB de un 0,8%, que permite extrapolar un 2,2% tomando la media de los índices de volumen de los tres primeros trimestres.
Hispalink prevé para 2022 un 3,8%, mientras que CEPREDE lo deja en un 3,2%; el proyecto de ley de presupuestos de la CARM se aventura con un 4%. El apartado de revisiones para el año que termina lo completa BBVA Research, la más optimista, que eleva medio punto su anterior estimación para dejarla en un 4,3%.
En el ámbito de la oferta agregada, no todos los sectores inciden de forma positiva en el crecimiento de la economía regional. El sector primario parece estancado por culpa sobre todo del pronunciado incremento de los costes de producción, con energía más lubricantes y fertilizantes a la cabeza.
Además, las lluvias abundantes de principios de año han condicionado también el descenso de las producciones de determinados cultivos de regadío, según el informe, que advierte que este panorama puede verse contrarrestado por el alza de los precios percibidos por agricultores y ganaderos, aunque es incierta la repercusión de todo lo anterior en la renta agraria.
La industria regional aguanta mejor, a pesar de la incertidumbre, como denotan los indicadores de coyuntura y empleo; mientras que la construcción se beneficia del impulso de la obra pública y, en el sector de la edificación residencial, los últimos datos no permiten obtener una conclusión: la estadística de visados de vivienda apunta al optimismo pero el número de las iniciadas conlleva una cierta reducción de la actividad.
Los servicios, por su parte, se caracterizan por la recuperación laboral, mientras que los indicadores de coyuntura siguen patrones diferenciados según el sector. En general, parece que la actividad se recupera al completo tras la COVID-19, pero esto no se traslada al sector hotelero y al comercio minorista, tal y como puntualiza el CESRM.
En cuanto al transporte, retoma el pulso la modalidad de mercancías por carretera tras el paro de los camioneros autónomos a inicios de año y persiste la fortaleza en la actividad marítima. En dirección inversa, el transporte aéreo repunta pero no regresa a los niveles de 2019.
El consumo muestra una resistencia mayor que la esperada, lo que se sostiene en base al IPI de bienes de consumo, aunque difiere el índice de la cifra de negocios del comercio minorista a precios constantes, sin estaciones de servicio, cuyos registros todavía están lejos de los de antes de que irrumpiera el coronavirus.
La inversión, según el Consejo, parece afectada por un debilitamiento significativo, incluso pudiéndose hablar de retroceso, a partir del IPI de bienes intermedios y de las cifras de matriculación de vehículos industriales.
El comercio exterior vuelve a presentar unas cifras “vigorosas”, conforme a la intensidad del aumento interanual que presentan tanto las exportaciones como las importaciones.
Cuentas de la CARM
Por otro lado, el CESRM ha advertido que las cuentas consolidadas de la Comunidad arrojan nuevamente un saldo negativo. Destaca la contracción de los ingresos no financieros, que notan la pérdida de ingresos extraordinarios aportados por el Estado para combatir los efectos de la COVID-19 y la liquidación negativa del sistema de financiación de entregas a cuenta de julio.
En consecuencia, ha señalado que las transferencias corrientes se contraen fuertemente y la evolución de los impuestos indirectos también se ve perjudicada. En el lado positivo, crecen los impuestos directos, gracias a la preponderancia del IRPF.
El déficit público de la Comunidad en términos de contabilidad nacional es el más alto autonómico en términos relativos, un -1,79% del PIB regional, mientras que la deuda pública está en un 33,4%, sólo inferior a Valencia, Cataluña y Castilla-La Mancha.
Empleo
Por otro lado, la EPA apunta a un estancamiento del mercado de trabajo regional en el tercer trimestre de 2022.
En cuanto a los ocupados, se cuantifica en 640.800, más baja que en el trimestre anterior por motivos estacionales ya que en verano se resiente el empleo regional en el sector agrario y en la enseñanza, así como en actividades de transporte y almacenamiento.
Al desagregar por variables demográficas, lo más claro es la caída en el grupo de población de 35-44 años, mientras que los resultados por sexo y nacionalidad dependen de si la comparación es intertrimestral o interanual.
El empleo indefinido, sin embargo, despega por la última reforma laboral. La tasa de temporalidad laboral de la Región es de un 22,9%, casi siete puntos porcentuales menos en el transcurso de un año.
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