El campo murciano alerta: Cae un 40% la rentabilidad cítrica por la competencia desleal

Cierre de campaña crítica para los citricultores murcianos. Según recoge un informe elaborado por los servicios técnicos de la organización agraria Asaja Murcia, al finalizar la pasada campaña de cítricos, los agricultores y productores murcianosexperimentaron una caída de entre el 30 y 40 por ciento de la rentabilidad y competitividad de sus productos, como consecuencia de la competencia exportadora de países como Egipto, Marruecos, Sudáfrica o Turquía.

Así lo pone de manifiesto el secretario general de Asaja Murcia, Alfonso Gálvez Caravaca, quien remarca que la situación es «muy preocupante» para los agricultores de uno de los cultivos «más potentes» para el Levante español. «Exigimos a la Unión Europea que ponga en marcha inmediatamente tasas arancelarias para las importaciones de terceros países que están dañando gravemente los intereses de nuestro sector citrícola».

Una situación con la que llevan lidiando desde hace años, pero que se ha visto agravada en los últimos meses como consecuencia de la subida de los costes de producción que amenazan la supervivencia de muchos cultivos, abocando a muchos de los profesionales a tener que abandonar su actividad.

A este escenario, además, hay que sumar la situación sanitaria vegetal, para que la Asaja Murcia ha reclamado «fortalecer los controles fitosanitarios a las importaciones de terceros países», con el objetivo de evitar que puedan entrar plagas y enfermedades que dañen a la citricultura murciana y española, remarca Gálvez.

[[H3:El sector se «tambalea»]]

Esta misma línea defiende uno de los productores y exportadores de cítricos de la Comunidad, y miembros de Asaja Murcia, Juan de Dios Hernández, quien asegura que «la presión fiscal y los impuestos recaudatorios del Gobierno central están provocando que el sector citrícola de la Región de Murcia se tambalee».

En ese sentido, Hernández subraya la situación «ruinosa» a la que están llevando algunas medidas como la política de «puertas abiertas» a la competencia de países no comunitarios, «la subida de precios generalizada, el incremento de los tipos de interés, el cambio de los hábitos de los consumidores, el monopolio de las grandes superficies, o la carga burocrática en la que hay cada vez que presentar más papeles y declaraciones».

El productor citrícola, además, apunta a que la gestión que realiza la Unión Europea en materia agrícola pone al sector «contra las cuerdas», y hace que la situación «empeore más de lo que está».

«Las empresas y trabajadores deberían hacer un pacto de conciliación por la viabilidad de los puestos de trabajo. Si no se hace, el sector primario seguirá pasando muchas dificultades». A esto, plantea como solución una bajada de impuestos por parte del Gobierno central, «haciendo viables las empresas y permitiendo a los trabajadores tener una remuneración digna. No queremos perder la esperanza de que este gran sector siga siendo el pilar que apuntale nuestra economía, nuestra actividad agrícola y la sucesión a nuevas generaciones que avalen el seguimiento del mismo», zanjó el agricultor.