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En solfa: Carta a los Reyes Magos 2020

El Palau de la Música de Valencia afronta una reforma este año
El Palau de la Música de Valencia afronta una reforma este añolarazonLa Razón

Queridos Reyes Magos, aunque no sé si dirigirme a vosotros como «Queridos y queridas Reinas Magas», ya que ando algo despistado y no sé si hago mal en utilizar el masculino plural como indica la Real Academia de la Lengua, me he quedado anticuado en los nuevos protocolos sociales o he de quejarme a quienes redactaron las Sagradas Escrituras para que en una próxima edición incluyan a una y media Reina Maga, para que exista paridad.

El caso es que el equipo que realiza habitualmente las críticas de música clásica en este diario tiene muchos deseos que les gustaría pediros, en la esperanza que vais a ser generosos, además de progresistas, porque muchos de ellos no ampliarán el déficit.

Recojo yo aquí nuestras peticiones y os dejamos, junto a los zapatos, algunas vituallas para vosotros y para para vuestros pajes –por cierto y cuidado ¿los tenéis en nómina o son eventuales?– y camellos, que posiblemente ya no permitan que os acompañen el año que viene cargando tanto pesado regalo.

–Que plazas tan importantes para el futuro musical de nuestro país como las que salen a oposición en conservatorios superiores y orquestas se completen con los perfiles adecuados y sin escándalos: el del mejor profesor en el primer caso, el del mejor intérprete en el segundo.

–Que el mundo musical andaluz encuentre la financiación, tranquilidad y visión de futuro para dar solución y vuelo a todos sus proyectos abiertos: ROSS, OCG, Auditorio de Málaga, Festival de Granada, OBS, etc.

–Que el Palau de la Música de Valencia encuentre la manera de afrontar su proceso de reforma y rehabilitación sin estar por ello cerrado durante tres años largos.

–Que el nombre de Helga Schmidt quede limpio de polvo y paja, como es justicia, y se le de el homenaje que merece, aunque ella ya no pueda verlo.

–Que los futuros gobiernos, con independencia de su color o mezcla, den a la música un espacio más amplio y diáfano en sus leyes de educación. Un ciudadano culto está más cerca de ser un ciudadano libre.

–Que alcaldes y autoridades locales donde desarrollan su labor Asociaciones de Amigos de la Ópera se animen y aporten nuevas luces y presupuesten con criterio para subvenir sus modestas actividades.

–Que la Comunidad de Madrid comprenda que el presupuesto de su Orquesta y Coro (ORCAM), cada vez más reducido, es ridículo, con lo que se da al traste con sus modélicos planteamientos artísticos y educativos.

–Que algunos medios en web o papel dejen de chantajear económicamente a los artistas con portadas, reseñas o entrevistas pagadas e incluso con cuotas de mantenimiento para cuidar imágenes y que los jóvenes de algunos de esos medios dejen de caer en las corruptelas de los antiguos críticos, trabajando y cobrando de las instituciones sobre las que informan y comentan. ¡Qué pronto se aprende lo malo!

–Que presupuestos, aportaciones, remuneraciones, etc. en nuestra música vuelvan a ser lo que un día fueron antes de la llegada de la crisis.